La temporada de vacas flacas azota a la TV abierta y ha obligado a agudizar la creatividad para poner al aire programas de bajo costo, pero que logren ser competitivos. A veces resulta y otras, no. "La noche es nuestra", la carta de Chilevisión, que debutó el 8 de enero, está entre los primeros. Con emisiones de domingo a jueves, en vivo y a partir de las 23:30 horas, ha logrado promediar 8,1 puntos de rating en sus primeras dos semanas, lo que la pone en el segundo lugar de audiencia en ese horario, detrás de la repetición de las teleseries diurnas de Mega.
El formato de este programa de tertulias es simple y nada innovador. En set que juega a ser un departamento, tres anfitriones reciben a sus invitados, que van llegando tras tocar el timbre. La gracia aquí es la elección del trío dueño de casa: Jean Philippe Cretton, que sabe desplegar su capacidad de juego, pero también ponerse serio y sensible; Pamela Díaz, quien hace gala de espontaneidad y agudeza a la hora de preguntar, y que no necesita ponerse el rótulo de ignorante o de tonta a la hora de recibir bromas de sus contertulios; y Felipe Vidal, que juega el rol de hombre maduro, que pone orden, pero que cuando hay que reír lo hace a carcajadas.
El ambiente que crea este trío es cálido y sus invitados lo sienten de inmediato. En el capítulo de mayor rating (10,3 puntos), a los pocos minutos de conversación y tras una pregunta de Pamela, la cantante y panelista Patricia Maldonado se puso a contar intimidades de su vida sexual; al día siguiente, el trío original de "Master chef" relató qué les pasó cuando Yann Ivin dejó ese programa; y la semana siguiente, la dupla radial de Marcelo Comparini y Marcos Silva desclasificó anécdotas de los políticos que han pasado por su espacio en radio Oasis, revelando cuáles tienen sentido del humor y cuáles no. Como en una conversación de amigos cercanos, el programa pasa de lo serio a lo divertido en segundos, incluyendo confesiones íntimas y relatos sabrosos, todo matizado con harto doble sentido y una buena cuota de garabatos porque en este horario, al parecer, ya no se usa el antiguo pito para tapar las groserías.
En un verano en que la pantalla chica está ofreciendo una avalancha de festivales musicales, este espacio es una opción poco ambiciosa aunque amigable para el horario nocturno. Hasta ahora se ha hecho una buena selección de invitados y en todos los capítulos se ha logrado un ambiente de intimidad y diversión. En uno de ellos, una televidente les dijo a través Twitter: "Ojalá que el programa dure harto rato más porque todavía me queda un alto de ropa por planchar". El trío conductor lo celebró, porque ellos también están trabajando de noche.