"A esta señora ministra no le creo nada, pero la recibo amablemente, porque me dijeron que es peladora. Me queda claro una cosa: el día del níspero hay gratuidad universitaria universal. Otra cosa me queda clara: esta señora realmente no entiende de lo que está hablando, pero igual tomo apuntes. Me cansa hacerlo. Es verdad lo que me dijeron: es peladora.
"No se lo voy a decir en su cara, sería mala educación, pero lo escucho y altiro lo pienso: debería retirarse de la política y regresar a Magallanes a criar ovejas, en vez de dar vueltas por Santiago tratando de meter basa (sic). Lo escucho y anoto puras tonteras, porque para este caballero la política son consejos de vieja, chistes de marineros y cuentos de aparecidos. Lo miro, tomo apuntes y pienso en tres cosas: lana, Francisco Coloane y queso de cabra.
"Lo escucho hablar y no puedo creer que sea ministro. Es evidente que no tiene dedos para el piano, para el violín, arpa, guitarra y cualquier instrumento. Hace media hora que me explica el funcionamiento del ministerio. Hasta ahora son puros lugares comunes. Y yo de eso sí que sé... je, je, je.
"¿Cómo no le voy a dar el Ministerio de Justicia? Le da un ataque si no lo hago. Insiste en recordarme los años que lo conozco, pero por eso mismo no debería nombrarlo, porque no creo que se la pueda. Se le vinieron los años encima. Me trae una polera de regalo. Le acepté esta nueva reunión de puro bueno. Me da lata tomar apuntes. Me cansa él y se me cansa la mano.
"Este gallo es insoportable. No es ministro, es un petetrime... petitreme... petimetre. Eso: un petimetre. Después lo voy a ver bien en el diccionario. Este gallo fue el que dijo lo de sacarles los patines a los colegios y demoler los liceos de excelencia. Eso se me ocurrió a mí, como casi todo. Y ahora viene, me sonríe y se hace el lindo conmigo. Prefiero ni mirarlo y para eso es bueno tomar apuntes, y eso que tengo el dedo malo. Me calló (sic) la pelota de básquetbol en el dedo. Estoy haciendo como que tomo apuntes y escribo puras leseras. Está terminando, creo. Por suerte se fue. Lechuguino es sinónimo de petimetre. Me gustó la palabra. Que no se me olvide llamar a Blumel y que me traiga la cremita.
"Este otro gallo, que es mi amigo, lo único que quiere es ser canciller, pero eso no va a pasar. Se va a enojar, pero enojado es como mejor funciona. Ayer me explicó a la futura India. Una lata. Y ahora me está diciendo lo que tenemos que hacer con China. Le voy a preguntar una cosa nomás: ¿cuántas toneladas de cerezas exportamos a China? No sabe. Le digo que no importa, pero sí importa. Necesito un canciller que sepa de empresas y de números, y no de política. Como Moreno. Se va a enojar.
"Voy a guardar los apuntes, porque algún día escribiré mis memorias y acá están los nombres que no pasan a la historia. ¿Quién se acuerda de los actores secundarios? Nadie. Me sigue doliendo el dedo. No me sirvió de nada la crema. Los apuntes me pueden servir".