Un nuevo jalón a sus exhibiciones de grandes fotógrafos del siglo XX agrega la Corporación Cultural de Las Condes. Esta vez se trata del británico Martin Parr (1952) y de una de sus primeras series temáticas, ejecutada entre 1975 y 1980. Época esa, de algún modo, crítica para la vida provinciana inglesa. El artista nos traslada, entonces, al diario vivir de los habitantes metodistas y baptistas de la región de Yorkshire, inconformes con el anglicanismo de la iglesia oficial de Inglaterra. Ahí no solamente asistimos a los servicios religiosos, sino también a sus actividades laborales, a sus diversiones y, sobre todo, a sus costumbres y aficiones. Toda la idiosincrasia común a los moradores de la insular Albión parece aflorar a través de estas instantáneas algo borrosas, en blanco y negro, plenas de una ironía fresca, amable y sutil a un tiempo. Observamos algunos niños y sobre todo a gente más bien anciana, efecto directo de la emigración de los jóvenes a los grandes centros industriales. Y alrededor de aquellos se despliegan los lomajes suaves de Crimsworth Dean, por ejemplo, donde pastan vacas lecheras saludables y gordas ovejas. Llama la atención, sin embargo, lo desvencijado y pobretón, tanto de las viviendas como de las capillas en pleno campo.

Respectivamente, abre y cierra el recorrido de la exposición un montaje con la más adecuada portada vidriada, cuyo aspecto coincide con la arquitectura frecuente en las presentes fotografías. Al comienzo, la heterogeneidad del primer conjunto de estampas, que ilustran sobre las diversas ocupaciones laborales de los ciudadanos de Hebden Bridge, decepciona un poco. Pero entre ellas cabría rescatar la visión tan bien compuesta del viejo que limpia la ventana, sosteniendo solo un pie en la escalera, mientras el otro oscila en el vacío. O la de la gradería cubierta por la maleza, durante un partido de rugby -que no se muestra- en Halifax, con escasos asistentes. En cambio, el recinto siguiente potencia nuestro interés de inmediato. Hallamos al señor del lugar, lord Savile, y sus guardabosques, en plena cacería, entregando un detalle típico de costumbres tradicionales. Asimismo, preparan el ánimo para introducirnos dentro del corazón pueblerino, el gran actor de este verdadero muestrario costumbrista. Además, lo subraya la ambientación en ambos extremos de la galería del piso alto de Las Condes: un mobiliario de rincones hogareños bajo el retrato infaltable de su longeva y actual soberana, muy en especial, el de la mesa para el té listo para ser servido.

El culto religioso y las fiestas de aniversarios en pueblos casi diminutos hallan en Parr a un gran recolector. Sorprenden las vestimentas de sus participantes: las damas bastante mal vestidas -¡esos sombreros!-, ellos casi siempre correctos y, por momentos, hasta elegantes. Por su parte, las celebraciones resultan austeras y algunas escenas demuestran que cada fiel lleva su propio sustento. Entre varios otros, tenemos el testimonio de tres señoras que, en el templo, sorben su five o'clock , en tanto que una del trío luce su boca abierta frente al bocado que sostiene. Encontramos también a los invitados que se aglomeran ante un buffet municipal con motivo de un jubileo real. Asimismo, un niño parcialmente escondido anima un solemne culto al aire libre, apuntando hacia los asistentes con su metralleta de juguete.

Concurso Artespacio

Los resultados del Concurso Artespacio Joven BBVA 2017 se exponen en los dos pisos de la propia galería de Vitacura; 27 trabajos fueron seleccionados. De inmediato atrae Florencia Pozo. Su cuadro está construido con casi 7.000 cápsulas, que serializan el dibujo digital de una figura humana estática y vista desde distintos ángulos. El vigoroso efecto óptico nace del juego geométrico, del brillo aterciopelado de sus elocuentes azules y blancos discretos. Menos deslumbrante y dinámica, aunque abstracta por entero y actuando también sobre los ojos, cuelga la obra de Valentina Ratto. Cierta evolución con respecto a las genuinas propuestas ópticas de Matilde Pérez deja ver Carolina Agliati, mediante el efecto táctil de sus tiras impecables de papel claro doblado. No obstante, Isidora Villarino alcanza uno de los momentos altos del concurso. Su grupo de cuatro dibujos sin color y apariencia de fotografías despliega una arquitectura en construcción, muy bien desarrollada y enriquecida con certeras disoluciones formales. Entre los volúmenes concurrentes, la escultura "Serie Fosa", del ganador Santiago Cancino, se convierte en el aporte quizá más contemporáneo de esta cita. Su sencillez y el contraste brutal entre mármol tradicional y la vulgar funcionalidad del hierro emergen poderosos. Benjamín Ossa, entre tanto, logra una armoniosa perspectiva tridimensional y decreciente, a través de cortes circulares de aluminio lijado.

LOS INCONFORMISTAS
Escenas
costumbristas de la
provincia británica, a
través del ojo irónico
de Martin Parr
Lugar: Corporación
Cultural de Las
Condes
Fecha: hasta el 10 de
diciembre

III Concurso
Artespacio
Joven BBVA 2017
Valores nuevos entre
los seleccionados de
un reciente certamen
Lugar: Galería
Artespacio
Fecha: hasta
noviembre.