Liam Gallagher - "As You Were"
Incluso antes de la separación de Oasis -o, más bien, de la marcha de Noel Gallagher-, Liam Gallagher tuvo que lidiar con las competencias de su hermano mayor. Liam siempre fue el alma del conjunto de Manchester, pero Noel fue el cerebro, y también, el compositor detrás de los mayores himnos que se hayan escuchado en el Reino Unido en los últimos 25 años. Por eso, el despegue definitivo de su carrera como solista (antes probó con Beady Eye como banda) parecía una empresa cuesta arriba.
Sin embargo, el bocón más grande de Inglaterra se sale con la suya. En clave testimonial, el menor de los Gallagher rememora desaciertos -"En mi defensa, todas mis intenciones fueron buenas"-, augura la caída de sus enemigos y una vida plena para su figura, centrada en el amor y las cosas simples, aunque caminando siempre por la cuerda floja de lo correcto y la delgada línea que lo separa de las tentaciones mundanas -"El diablo ha estado frente a mi puerta desde el día en que nací".
Además, Liam demuestra sus facultades para componer buenas canciones, evidenciando su gusto por las baladas poderosas ("When i'm in need", "I getby"), su idolatría hacia The Beatles ("Forwhatit's worth") y una propuesta cercana al soul y el britpop más provocativo ("Wall of glass", "Greedysoul"). Antes del lanzamiento, el frontman dijo que si su disco no tenía éxito se retiraría de la música, pero después de convertirse en el álbum más vendido en vinilo de las últimas dos décadas en su país, ya no será necesario.
Robert Plant - "Carryfire"
El paso del tiempo está lejos de ser un peso para Robert Plant; de hecho, es el testigo de su grandeza y de su coraje, capaz de sacudirse la nostalgia de Led Zeppelin hasta casi no dejar rastros de ella en su discografía en solitario. Hoy lo acompañan los Sensational Space Shifters, como la comparsa que ayuda al frontman por excelencia en su exploración por nuevos sonidos, una búsqueda incansable que no se remite simplemente a la composición, sino también a su catálogo de instrumentos.
En "Carryfire", su celebrado nuevo álbum de estudio, el artista utiliza el t'bal, el bendir, el laúd y el djembe como puntales de una expedición por los ritmos de África y el Medio Oriente. Símbolos que empapan de exotismo y sugestión a un trabajo producido de manera delicada, adornado de cuerdas, una leve presencia de sintetizadores y coronado por la voz de un fiero león que ya no necesita rugir para marcar su territorio, porque la experiencia dicta que sus terrenos ahora son sitio de aprendizaje para los descendientes.
Durante los últimos años, el músico midió las posibilidades de su registro vocal y adaptó su voz hacia tonos más suaves y contemplativos, armonías acompasadas que lucen un sello propio. Así como el ímpetu salvaje que demostraba sobre el escenario en sus años mozos, Robert Plant nunca miró hacia atrás, aunque su ADN continúa guardando el espíritu del rock and roll . Por eso, el rumor a guitarras eléctricas que dejan los últimos pasajes de "Carryfire" permiten recordar la antigua era, convencidos de que no es necesario repetirla, y así no ensuciar las postales que inmortalizaron su leyenda.