Señor Director:

Después de dos años de trabajo, el proyecto que busca potenciar el Sernac estaría llegando al final de su tramitación. Lamentamos que los esfuerzos de la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo, en el sentido de enmendar los elementos negativos del proyecto y que afectarán a las pymes y a los consumidores por igual, no hayan dado frutos.

Si bien celebramos que el Ejecutivo y algunos senadores hayan presentado indicaciones para mejorar la iniciativa, estimamos que estas son aún insuficientes, ya que mantienen la figura de dirección unipersonal, perdurando el riesgo de discrecionalidad y de captura política.

Otro elemento que como gremio nos preocupa son las facultades que se entregan al Sernac, entre las que se encuentran la normativa, la sancionatoria y la mediadora. Estas nuevas facultades no solo desnaturalizan el rol del servicio, sino que también lo convierten en juez y parte y en un regulador sin parangón en nuestra institucionalidad.

A esto debe sumarse que el proyecto aumenta sustantivamente el tope de las multas, lo que puede significar la quiebra de las empresas; permite la indemnización del daño moral en demandas colectivas, e incluye la indemnización punitiva, lo que, como fue señalado por diversos senadores, es contrario a la naturaleza compensatoria de las indemnizaciones.

Una política pública enfocada en generar más sanciones y fiscalizaciones potencia esa errada concepción de constante pugna entre consumidores y proveedores, siendo que la realidad es la contraria. Tal como en otras reformas, advertimos como federación gremial que este proyecto va a traducirse en una traba más y no en un factor que permita el desenvolvimiento armónico, fluido y sustentable de las relaciones de consumo que nuestro país requiere.

Manuel Melero Abaroa
Presidente Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo.