Esta película avanza dentro de la cancha mental del tenista sueco Björn Borg (Sverrir Gudnason): es 1980, ha ganado cuatro veces Wimbledon, pero está bajo la sombra de un rival tremendo, carcomiendo su siquis, ánimos y sembrando el miedo por doquier. Y ese rival es su propio lado oscuro. Que John McEnroe (Shia LaBeouf) parezca materializar esa zona es la buena solución de un guion didáctico, pero no simple, acerca de cómo la niñez y travesías de adolescentes los conducen a estar a un lado y al otro de la malla. Filmada desde el territorio mental de Borg, esta es una película sobre perder el control y analizar la vida (deportiva) desde las reglas del ataque y la defensa. Su director, el debutante sueco Janus Metz Pedersen, se anota desde ya en el circuito de los realizadores con algo que decir.
Suecia, 2017. 100 minutos. T.E.