La versatilidad de la escultora Soledad Chadwick da cuenta de una instalación modular y minimalista para el
hall central del MAC. Así, a partir del rigor geométrico y en matemática relación entre sí, ha construido un conjunto de albos cubos de madera. Pequeños, medianos y grandes se articulan reiterativos, como una especie de eco visual, alrededor de un vacío cúbico de amplias dimensiones, definidas por un simple perfil metálico. Al mismo tiempo, las baldosas negras del piso se incorporan a la obra, la cual aliviana su profusión de ángulos rectos gracias al blanco y a los vanos del entorno arquitectónico neoclásico. Sin embargo, llama la atención el reemplazo de los cuadrados mayores, en dos esquinas contrapuestas de la planta escogida, por prismas triangulares de tamaño similar. ¿Acaso significa ese quiebre un signo voluntario para representar las limitaciones globales del ser humano?
El contemplar desde distintas perspectivas este trabajo de realización impecable permite no solo intuir el concepto de infinito, sino también divisar la maqueta de una ciudad futura, producto del absolutismo tecnológico. O bien adjudicar al vacío cubo central la capacidad inquietante de absorber los volúmenes a su alrededor, cual cósmico hoyo negro.
En el segundo piso de la misma institución universitaria, la poco conocida artista nacional Janet Toro nos entrega una serie de elocuentes documentos plásticos sobre varias
performances suyas llevadas a cabo durante 2013 en Colonia, Alemania. Se trata de muchos dibujos, videos, fotografías y utensilios. Los primeros, como productos tangibles de sus acciones de arte de muy larga duración -horas-; como registro de su actuar, los restantes. Analicemos algunas de estas
performances . Carmín, por ejemplo, nos la muestra pintándose los labios sobre su rostro maquillado blanco. Asimismo blancas resultan las hojas de papel con que se limpia esas huellas rojas. Todo un caudal de interpretaciones se desprende de esta obra. Lo mismo cabe afirmar de otras actuaciones suyas que comprenden espontáneos rayados horizontales y gestuales con lápiz negro, rasgados del papel con clavos, trazos sobre las hojas con tiza blanca y a ciegas. Todos estos trabajos constituyen interpretaciones abstractas del vasto concepto de dibujar.
El Centro de Extensión de la Universidad de Talca en Santiago presenta trabajos recientes de Francisco Rivera Scott. Corresponden a relieves pictóricos que, asimismo, hacen del cuadrado su esencia a la vez formal y expresiva, como signo absoluto de los sistemas que se ha autoimpuesto el hombre. Dos clases de realizaciones, pintadas con acrílico sobre madera, se nos proponen. Cuelgan, pues, placas de bordes duros y atractivos relieves superpuestos que incorporan sus sombras respectivas y protagónicos juegos de ángulos agudos, operando en duplas de color bien acordadas. No obstante, la perfección que esta clase de trabajos exige no siempre se cumple: Burdeos 130 (B), Traverso 53 (A). En cambio, lo mejor del conjunto resultan los cuadros más pequeños -acrílico sobre tela y grafitos- con siluetas de cuadrado colocados unos sobre otros, provocando transparencias y dispuestos como trípticos. Entre ellos sobresale la hermosa Serie estructuras superpuestas en rojo, blanco y negro.
De la conocida fotógrafa brasileña avecindada en Chile Inés Paulino se muestran instantáneas de los tensos años 80 en nuestro país. De ese modo, mediante tomas en formato menor y con carácter de documento periodístico, la expositora de Galería D21 convierte en asunto cotidiano el especial clima anímico reinante aquellos años. Su repertorio es variado, pues abarca desde escenas de enfrentamientos civiles-militares hasta personajes del mundo intelectual y celebraciones de la izquierda exquisita de entonces. Su ojo se demuestra certero y sabe captar el pequeño gesto significativo de sus momentáneos actores.
Recordemos ahí, en primer lugar, su eficaz autorretrato, captado tras un brazo que sostiene un cigarrillo. O la mirada un tanto protectora de Paz Errázuriz frente a una Diamela Eltit desconfiada y a la defensiva. También el rostro entre las manos del párroco Pierre Dubois, al pasar junto a soldados. Entre las visiones violentas y de protagonistas anónimos valga anotar la fila Sospechosos de espalda, enfrentando un muro; la actitud de férreo bailarín del policía ante su presunta víctima -Protesta Mujer-; la bien equilibrada composición en Motín Cárcel. Tampoco falta en esta cita con Paulino documentos de sus fotografías a 200 personajes del mundo cultural de la década del 80, los que, a su vez, aceptan la misión de intervenirlas. Las reacciones aparecen sumamente diversas. Quizá con dos extremos interpretativos: la retratada que se coloca una gran mariposa sobre la cabeza y el que incinera su efigie, cuyas cenizas entierra en una vulgar caja de fósforos.
Otra manera de mirar el infinito
El rigor matemático en una instalación de Soledad Chadwick
Dibujar al límite
Interesantes productos obtenidos de
performances de Janet Toro en Alemania
Lugar: Museo de Arte Contemporáneo
Fecha: hasta el 15 de septiembre y el 27 de agosto, respectivamente
Variaciones y combinaciones Relieves y superposiciones pictóricos
de Francisco Rivera Scott
Lugar: Centro de Extensión Universidad de Talca en Santiago
Fecha: durante agosto
La cotidianidad de los ochenta Instantáneas de tiempos tensos
según el ojo eficaz de Inés Paulino
Lugar: Galería D21
Fecha: hasta el 7 de septiembre