Josh Homme baila desenfrenado y algo atarantado el video de "The way you used to do" como si se tratara de una parodia de sí mismo y de lo que representa. El líder de Queens of the Stone Age es rudo, es sexy y dispara testosterona como si fuere ametralladora. ¿Y qué tiene que ver esto con la música? Que tal como en el mencionado
single, el último disco de los californianos bautizado como "Villains" rememora todo aquello que encarna el
stoner rock: cachondeo y jarana en partes iguales.
De hecho, en una jugada que podría considerarse arriesgada por parte de los seguidores más duros, el combo de Palm Desert fichó a Mark Ronson como productor del álbum. El cerebro de "Uptown funk" y curador de Bruno Mars o Tame Impala tiene por objetivo la pista de baile y al
rock and roll le sienta bien. "Feet don't fail" y la propia "The way you used to do" son dos piezas qye se encumbran gracias a un compás que a Ronson le resulta sencillo, como si hubiese asistido a un bar de hace 50 años con las guitarras y el
twist como amigos.
Queens of the Stone Age también sacude un sonido decadente de taberna trasnochada o clásico de Halloween, en "Head like a haunted house", proyectando noches de excesos y amaneceres de arrepentimientos, que se unen a otros momentos estelares como el frenético desenlace de "The evil has landed" y las reflexiones de Homme sobre lo logrado, lo perdido y lo recuperado durante su vida, mientras se le empolvan las botas en el desierto árido y solitario. Las claves que hacen de "Villains" su mejor trabajo en 15 años.