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RenovarNoticias
Miércoles 02 de agosto de 2017
En solo siete meses la inmigración haitiana a Chile ha superado el total del año pasado
Cancillería recomienda el requisito de visa y argumenta existencia de mafias que reclutarían a inmigrantes en Haití.
Valentina González
La comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados recibió ayer a Carlos Appelgren, director general de Asuntos Consulares y de Inmigración de la Cancillería, para abordar la corriente migratoria proveniente de Haití y el requisito de visa que el Gobierno evalúa solicitar a esos ciudadanos para entrar a Chile.
Explicó que, según datos de la Policía de Investigaciones, el año pasado llegaron 43.898 haitianos al país. La cifra, afirmó, ya fue superada entre el 1 de enero y el 26 de julio de este año: en ese período, 44.289 personas de esa nacionalidad ingresaron al territorio nacional. Y solo 1.294 salieron.
En vista del crecimiento de este flujo, argumentó, sería necesario poner un mayor control sobre quienes llegan como turistas, pero con pretensiones laborales: "Si las personas legítimamente están en busca de nuevas oportunidades laborales (...) les correspondería obtener otro tipo de visa".
Mafias de inmigración
Appelgren aseguró que, de acuerdo con investigaciones que han hecho en Haití, se han detectado redes de trata de personas que incentivarían la migración a Chile para estafarlas.
"Estas mafias tienen verdaderas oficinas de reclutamiento (...) Obligan a esa persona a vender lo poco que tiene en Haití. Le cobran seis mil dólares por traerlos a Chile (...) en estas líneas aéreas", aseguró, haciendo alusión en forma explícita a Latin American Wings y, sin mencionarla, a Sunrise Airways, que inició recientemente sus vuelos.
Appelgren aseguró que, tras llegar a Chile, a estas personas se les quitaría su dinero o serían embaucarían con la venta de documentos falsos o innecesarios.
Visa en análisis
Rodrigo Sandoval, renunciado jefe nacional de Extranjería del Ministerio del Interior, fue uno de los críticos del requisito de visa impuesto a los dominicanos en 2012, afirmando que incentivaba el ingreso clandestino.
Si bien las cifras del DEM muestran un alza en esa línea, Appelgren afirmó que "no existe evidencia empírica que afirme que la exigencia de visa de turismo representa mayores situaciones de inseguridad para las personas en sus procesos de movilidad humana". Y afirmó que si bien quienes cruzan las fronteras con la ayuda de "coyotes" se exponen a riesgos más altos, "hay un tema de números que hay que atender".
En ese sentido, estimó que por cada persona que ingresaba al país en condiciones ilegales, otras mil lo hacían en los vuelos que, por ejemplo, traen haitianos desde Santo Domingo o Puerto Príncipe.
El diputado Luis Rocafull (PS) afirmó que el Gobierno "tiene que tomar decisiones más enérgicas respecto a esto, por la forma engañosa en que se trae a muchos haitianos y otros también, de República Dominicana".
El Gobierno aún no ha tomado una decisión respecto de las visas para haitianos. La Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados acordó invitar al Ministerio del Interior para abordar este tema y, además, insistir en el envío al Congreso del proyecto para la nueva Ley de Migraciones.
Comisión de Relaciones Exteriores buscará abordar con el Ministerio de Salud los vínculos entre inmigración y preocupaciones sanitarias
Además de la crisis en Venezuela, otro tema contingente se tocó ayer en la sesión de los diputados de la Comisión de RR.EE.: el diagnóstico clínico de lepra -a la espera de confirmación del Instituto de Salud Pública- realizado a un haitiano en la Región de Los Ríos.
Javier Hernández (UDI) planteó la necesidad de evaluar mayores resguardos e indicó que el postergado debate de la Ley de Migraciones podría ser la instancia indicada para eso.
Andrea Molina (UDI) propuso impulsar desde la comisión un trabajo entre la Cancillería y el Ministerio de Salud, para "tener al menos un informe de quiénes llegan y en qué condiciones llegan (...) Si eventualmente trae una enfermedad, no vamos a tener ninguna conciencia de eso ni saber hacia dónde se dirige esa persona, o dónde va a vivir".
Sin embargo, Jorge Tarud (PPD) advirtió que el asunto debe abordarse con máximo cuidado, ya que se correría el riesgo de que en la preocupación de los parlamentarios se lean signos de racismo o xenofobia.
Antes de iniciar su exposición sobre la migración haitiana, el Director General de Asuntos y de Inmigración de la Cancillería, Carlos Appelgren, dedicó unos minutos al tema.
"Para todas las visas de residencia que se otorgan en Chile a inmigrantes extranjeros, se exige un certificado de salud". Agregó que no conocía situaciones en que "por necesidad de la persona que viaja, para que no se contagie, se les exija (este documento) a los turistas".
Coincidiendo con Tarud, afirmó que cualquier requisito sanitario para el ingreso de los extranjeros podría ser "malinterpretado, y eso es un tema delicado".
En tanto, la subsecretaria de DD.HH., Lorena Fries, emitió un comunicado en el que planteó que "como Gobierno nos preocupa esta oleada de mensajes xenofóbicos y racistas en las redes sociales y en algunos medios de comunicación (...) Lo peor que podemos hacer es estigmatizar y caer en actitudes discriminatorias frente a nuestros hermanos".
Ayer, por Facebook, los miembros de la comunidad haitiana aseguraron: "La lepra tiene tratamiento y la xenofobia, no. Dejen de tirar mala onda. Somos todos humanos, a cualquiera le puede pasar".
La comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados recibió ayer a Carlos Appelgren, director general de Asuntos Consulares y de Inmigración de la Cancillería, para abordar la corriente migratoria proveniente de Haití y el requisito de visa que el Gobierno evalúa solicitar a esos ciudadanos para entrar a Chile.
Explicó que, según datos de la Policía de Investigaciones, el año pasado llegaron 43.898 haitianos al país. La cifra, afirmó, ya fue superada entre el 1 de enero y el 26 de julio de este año: en ese período, 44.289 personas de esa nacionalidad ingresaron al territorio nacional. Y solo 1.294 salieron.
En vista del crecimiento de este flujo, argumentó, sería necesario poner un mayor control sobre quienes llegan como turistas, pero con pretensiones laborales: "Si las personas legítimamente están en busca de nuevas oportunidades laborales (...) les correspondería obtener otro tipo de visa".
Mafias de inmigración
Appelgren aseguró que, de acuerdo con investigaciones que han hecho en Haití, se han detectado redes de trata de personas que incentivarían la migración a Chile para estafarlas.
"Estas mafias tienen verdaderas oficinas de reclutamiento (...) Obligan a esa persona a vender lo poco que tiene en Haití. Le cobran seis mil dólares por traerlos a Chile (...) en estas líneas aéreas", aseguró, haciendo alusión en forma explícita a Latin American Wings y, sin mencionarla, a Sunrise Airways, que inició recientemente sus vuelos.
Appelgren aseguró que, tras llegar a Chile, a estas personas se les quitaría su dinero o serían embaucarían con la venta de documentos falsos o innecesarios.
Visa en análisis
Rodrigo Sandoval, renunciado jefe nacional de Extranjería del Ministerio del Interior, fue uno de los críticos del requisito de visa impuesto a los dominicanos en 2012, afirmando que incentivaba el ingreso clandestino.
Si bien las cifras del DEM muestran un alza en esa línea, Appelgren afirmó que "no existe evidencia empírica que afirme que la exigencia de visa de turismo representa mayores situaciones de inseguridad para las personas en sus procesos de movilidad humana". Y afirmó que si bien quienes cruzan las fronteras con la ayuda de "coyotes" se exponen a riesgos más altos, "hay un tema de números que hay que atender".
En ese sentido, estimó que por cada persona que ingresaba al país en condiciones ilegales, otras mil lo hacían en los vuelos que, por ejemplo, traen haitianos desde Santo Domingo o Puerto Príncipe.
El diputado Luis Rocafull (PS) afirmó que el Gobierno "tiene que tomar decisiones más enérgicas respecto a esto, por la forma engañosa en que se trae a muchos haitianos y otros también, de República Dominicana".
El Gobierno aún no ha tomado una decisión respecto de las visas para haitianos. La Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados acordó invitar al Ministerio del Interior para abordar este tema y, además, insistir en el envío al Congreso del proyecto para la nueva Ley de Migraciones.
Comisión de Relaciones Exteriores buscará abordar con el Ministerio de Salud los vínculos entre inmigración y preocupaciones sanitarias
Además de la crisis en Venezuela, otro tema contingente se tocó ayer en la sesión de los diputados de la Comisión de RR.EE.: el diagnóstico clínico de lepra -a la espera de confirmación del Instituto de Salud Pública- realizado a un haitiano en la Región de Los Ríos.
Javier Hernández (UDI) planteó la necesidad de evaluar mayores resguardos e indicó que el postergado debate de la Ley de Migraciones podría ser la instancia indicada para eso.
Andrea Molina (UDI) propuso impulsar desde la comisión un trabajo entre la Cancillería y el Ministerio de Salud, para "tener al menos un informe de quiénes llegan y en qué condiciones llegan (...) Si eventualmente trae una enfermedad, no vamos a tener ninguna conciencia de eso ni saber hacia dónde se dirige esa persona, o dónde va a vivir".
Sin embargo, Jorge Tarud (PPD) advirtió que el asunto debe abordarse con máximo cuidado, ya que se correría el riesgo de que en la preocupación de los parlamentarios se lean signos de racismo o xenofobia.
Antes de iniciar su exposición sobre la migración haitiana, el Director General de Asuntos y de Inmigración de la Cancillería, Carlos Appelgren, dedicó unos minutos al tema.
"Para todas las visas de residencia que se otorgan en Chile a inmigrantes extranjeros, se exige un certificado de salud". Agregó que no conocía situaciones en que "por necesidad de la persona que viaja, para que no se contagie, se les exija (este documento) a los turistas".
Coincidiendo con Tarud, afirmó que cualquier requisito sanitario para el ingreso de los extranjeros podría ser "malinterpretado, y eso es un tema delicado".
En tanto, la subsecretaria de DD.HH., Lorena Fries, emitió un comunicado en el que planteó que "como Gobierno nos preocupa esta oleada de mensajes xenofóbicos y racistas en las redes sociales y en algunos medios de comunicación (...) Lo peor que podemos hacer es estigmatizar y caer en actitudes discriminatorias frente a nuestros hermanos".
Ayer, por Facebook, los miembros de la comunidad haitiana aseguraron: "La lepra tiene tratamiento y la xenofobia, no. Dejen de tirar mala onda. Somos todos humanos, a cualquiera le puede pasar".
