Lo está porque las cosas se nos olvidan, incapaces de aprovechar la experiencia, condenados a tropezar tres veces y hasta cuatro con la misma piedra.
Un país sin memoria reproduce su pasado y por eso estamos sentados sobre el precipicio, con los pies colgando.
Cuidemos a Chile.
Estos son los principales peligros.
Los soldados de plomo. No se hacen en serie, como antes, pero en alguna casa o departamento hay uno o dos, como adorno. Que nadie los chupe y sobre todo los niños, por tóxicos, dañinos y mortales.
(Experiencia personal: mi abuelo a los 10 años jugaba con batallones a los que hacía desfilar, pero con la mala costumbre de mascarlos y chuparlos. Sin conocer la lenta contaminación que provoca el plomo. Sobre todo el del bombo, que era el soldado con más plomo de la banda).
La araña de rincón. Es un reportaje del periodismo de investigación que los canales reinventan anualmente, pero aún no logro retener el aspecto y dimensiones de la araña peligrosa.
(Experiencia personal: como no las distingo, araña que veo es araña que piso).
El ratón cola larga. Otro clásico de la televisión que me provoca rechazo y repulsión. Y más todavía con las imágenes en alta definición.
(Experiencia personal: me ocurre con el reportaje lo mismo que con las teleseries: empieza y apago).
Las marejadas. Para mí es un peligro desconocido. Antes eran como las olas.
(Experiencia personal: creo que "La última marejada que pasé contigo" compitió en el Festival de Viña, en la categoría bolero folclórico. No sé qué más agregar. En los viejos y buenos tiempos, me lanzaba clavados en las marejadas.
La radiación ultravioleta (UV). Es el comienzo del fin de un planeta.
(Experiencia personal: uso bloqueador).
Los juguetes asiáticos. No quiero decir chinos, porque es un socio comercial muy destacado, y algunos plásticos no son fabricados en ese gran país, y hasta puede que provengan de Corea del Norte. Llegan impregnados de tolueno.
(Experiencia personal: nunca he jugado con nada plástico, aunque una vez me regalaron una figura femenina desinflada de dicho material. No sabía por dónde inflarla. Tenía una válvula y pensé en llevarla a una bencinera, pero algo me dijo que era un error. Así que lo intenté con un bombín, pero se me reventó).
El país real. Una realidad resistente, persistente y eterna. Dicen que es útil conocerla y especialmente a los estudiantes de colegios particulares y subvencionados, con cuota superior a 50 mil pesos mensuales. Me da la impresión de que más les sirve a los que van, porque vuelven; y no a los que se quedan.
(Experiencia personal: es la historia de mi vida: huir del país real).
La fragata portuguesa. Habría que ir a las playas durante el verano y revolcarse con la multitud que rebosa aceites, sudores y bronceadores. No nací para eso.
(Experiencia personal: la única nave portuguesa que recuerdo es la San Gabriel, al mando del gran Vasco da
Gama; y a su escribano Diogo Dias, que es el
alma mater de los columnistas, porque no se sabe si de algo sirvió, y tampoco si algo escribió).