Mariana Enríquez, tras el merecido éxito de sus colecciones de relatos, vuelve al género por donde empezó, aunque sus primeras novelas -de 1995 y de 2004- sean hoy inencontrables.
En sus cuentos le da un sorprendente giro al relato de terror, con un anclaje tan firme en la vida cotidiana que la lleva a superar ampliamente las fronteras clásicas de ese subgénero. Este es el mar indaga en otros espacios, siempre con las herramientas de una escritura cuidada, precisa y singularmente eficaz. ¿Pero por cuáles espacios? ¿La literatura fantástica? Helena, la protagonista del libro, y muchos de los personajes, no pertenecen al género humano. ¿La ciencia ficción? Hay algo de especulación en torno al tiempo y el espacio. ¿Pero es realmente importante ponerle una etiqueta? El intento de situarla en una categoría precisa puede ser, simplemente, una manera de defenderse frente a una obra profundamente inquietante que aborda un fenómeno tan familiar y tan extraño a la vez: la idolatría en torno a figuras de la escena musical y las misteriosas y prematuras muertes de muchos de ellos.
¿Por qué hay fans? ¿Por qué los fans se obsesionan con una figura, la investigan, la escuchan, la adoran, la quieren tocar e incluso pueden querer asesinarla, para que nunca envejezca y no pierda su aura extraordinaria? Porque, según la narradora y protagonista, aun las personas más desdichadas, las que no saben qué es la felicidad y probablemente no lo sabrán nunca, las que han sufrido desprecio, violencia y dolor, hasta la chica enferma de melancolía "que no podía amar a sus padres ni a su novio ni a sí misma, esa chica de ojos verdes todavía podía amarlo a él". Él es James Evans, líder de la banda Fallen, que en la novela completa una gira de 350 shows en los cinco continentes. La novela trata de cómo alguien pasa a ser una Leyenda y luego una Estrella. John Lennon, Elvis Presley, Jim Morrison, Nick Drake, Kurt Cobain, Brian Jones y Sid Vicious aparecen nombrados en la novela, pero con una lectura muy diferente de lo esperado, totalmente fuera de las tesis habituales sobre la fama y la muerte.
Evans tiene secretos que nunca revela, pero que son la clave de su fragilidad y de su fabulosa capacidad de conquistar a las multitudes. El robo de ese secreto es la tarea de Helena, que lo logra, y es también la parte más perturbadora de la novela, de cómo una vida articulada sobre el silencio y el ocultamiento puede ser el mejor cimiento para la construcción de una estrella.
Mariana Enríquez.
Literatura Random House,
Buenos Aires, 2017.
125 páginas.