Coldplay - "Kaleidoscope EP"
Entre amagos de retiro y la indudable proyección solista de Chris Martin, Coldplay ha pasado por un proceso de reinvención durante los últimos meses. Si bien el cuarteto británico continúa girando con "A Head Full Of Dreams Tour", en el estudio las cosas han variado un poco. Si se hablase de una nueva etapa, esta no se inició con un LP sino con un EP de cinco canciones donde la banda se acomoda entre los engranajes de la industria actual, y más en la forma que en el fondo, lo que lo hace aún más evidente.
"Kaleidoscope EP", eso sí, comienza con "All I can think about is you", una pieza más parecida a esas composiciones del "Parachutes" (2000) que hoy se extrañan, con la instrumentación orgánica exacta, simple, para darle un aspecto introspectivo lo suficientemente real como para identificarse, justo antes de un quiebre que intensifica la batería y, de paso, la épica. A continuación llegan los cambios: "Miracles (Someone special)" se apropia de una cadencia urbana más cercana al otro lado del Atlántico que con la ayuda del rapero Big Sean -nombre propio dentro de un movimiento que está copando los rankings en Estados Unidos- amplía su radio de influencia.
Lo mismo ocurre con "Something just like this", donde unieron fuerzas con el popular dúo electrónico The Chainsmokers, que en esta edición en vivo en Tokio demuestra el impacto que genera la marca Coldplay, capaz de acomodarse a cualquier versión de los ritmos populares. Como empresa de entretenimiento, sus fórmulas no decaen.
Emisario Greda - "Anhelario"
Emisario Greda, el último fichaje de Quemasucabeza (el sello local que tiene a Gepe como estandarte), pasó buena parte de su prehistoria como un atrevimiento solitario de Javier Poduje. En 2015, el músico maqueteó varias composiciones de forma casera y las reunió en un EP llamado "Papel". En vivo las presentaba junto a Renato Hidalgo, Yaney Salgado, Juan Pablo Aravena y Vicente González. Y el formato gustó. Era el momento para que Pujem, el seudónimo artístico de su líder, pudiese convertirse en una banda.
Y "Anhelario", el debut del quinteto nacional, es un trabajo fresco y primaveral, que juega con las sensaciones de aquella estación: mientras "Adila" repasa el enamoramiento adolescente, de esos completamente idealizados, cortes como "Día bueno" o "Gotas de cristal" conviven como entre la lluvia de septiembre. Hay melancolía sobre el pasado, pero también miedo sobre el futuro, uno que a ratos se proyecta esquivo y desalmado. Al menos, de cuando en cuando, el sol entibia la nuca de los protagonistas de cada historia hecha canción.
De hecho, la particular voz de Javier Poduje es tan cercana y familiar como la de un compañero de banco del colegio. Inquieta a ratos, resignada en otras, su registro se posa sin concesiones sobre una instrumentación impecable, criada desde el lado más lo-fi del pop, pasando por el grunge y el post punk, que no tiene la necesidad de abusar de los sintetizadores y que apunta a liberar la tensión desde la guitarra y la batería y a distorsionarse solo en los momentos indicados. Ni más ni menos, y ahí está su gran virtud.