Por coincidencia, dos artistas menos conocidos del público abordan un tema parecido: la manifestación visual de la idea de tránsito, de desarraigo, de migración. Sin embargo, Emma Malig la trata con sentido cósmico, mientras Sebastián Yrarrázaval la refiere al ser humano y su lucha extrema por subsistir. Si primero quisiéramos sintetizar la obra de ella, nada más que tres palabras bastarían: delicadeza, fragilidad, sugerencia, para una deconstrucción y una recreación monumental del planeta Tierra. Es la maduración más plena dentro de la producción coherente de Malig. Lo demuestran, en el Museo de Artes Visuales, dos instalaciones en gran formato y un tríptico de menor dimensión. El amplio trabajo que nos recibe en la sala de abajo sorprende por su vigor expresivo, por la sutileza y distribución de los materiales. Así, se superponen en él seis capas de grandes velos transparentes, bordados fugazmente por hilos, con intervención de alambres muy finos y donde, junto a los dorados y grises, reinan las sombras de las propias gasas. Resulta indispensable contemplar la totalidad de su contorno, pues nos permite adentrarnos en los distintos ángulos de visión que proporciona. En todo caso, desde donde se mire descubrimos insinuaciones de disgregados continentes, que se suceden hacia el fondo de este volumen tan abierto y monumental. Pero, además, ante la sorpresa del observador se divisa a lo lejos, entre los restos terrestres, el asomo inesperado de un rostro humano.
El tríptico en formato menor, que no renuncia por entero a lo tridimensional, yace sobre el muro, sirviendo de transición entre las dos realizaciones mayores. También integra sus tres etapas una delgada malla, blanca y transparente, que ahora porta breves frases impresas e inconclusas. Parecieran hablarnos de mares, pasos de tierra, del este del mundo. Aquí el efecto de sombras alcanza el mayor protagonismo. Concluye el actual conjunto la amplitud del tercer trabajo. Nos entrega una esfera amplia y grácil, que gira alrededor de una luz central -simple ampolleta eléctrica, cuyo crudo naturalismo quizá, con mayores medios económicos, debió ser reemplazado-. Acá se suman papel y palabras simbólicas -"destierro, descielos", por ejemplo- al movimiento acompasado y solemne de los velos transparentes, del claroscuro incesante, de los ocres capaces de aquietar los dorados. La totalidad de lo expuesto indica que estamos ante una de las mejores exhibiciones nacionales de 2017.
Por su parte, Yrarrázaval, el expositor más joven de los dos anotado al comienzo, se presenta en Galería AMS Marlborough. Son ocho pinturas en acrílico y óleo de gran formato. A primera vista, probablemente no gusten al público. No obstante, vale la pena detenerse ante ellas, no verlas, mirarlas una por una y considerarlas, asimismo, como un muy homogéneo conjunto. De todas maneras, nadie puede dejar de reconocer su fuerza notable, su ímpetu dinámico. Las figuras humanas trastocadas por una abstracción áspera, de expresividad violenta, muestran la voluntad de representar visiones de náufragos desesperados -los migrantes de nuestros días- que luchan contra el mar antes de ser arrojados a playas, donde los espera un futuro incierto. Lo inmediato, recogido por el pintor, es la ferocidad de las aguas que los ahoga o que llega a permitir que algunos se salven. La elocuencia de los verdes y de tantos azules vibrantes, armonizados por amarillos sumarios, establecen un cromatismo genuino y que da unidad al presente conjunto pictórico. No puede dejar de mencionarse, por otro lado, la doble pintura por superposición, cuyos rosados oscuros otorgan especial dramatismo al grupo de hombres bien reconocibles, cuya carnalidad resulta encadenada como si de esclavos se tratara. En resumen, podría decirse que este grupo de cuadros resulta sobradamente personal, dejando ver un desarrollo de las virtudes halladas en la primera exposición individual del artista.
Galería XS ofrece telas y gráfica de Patricio Kind. En su mayoría constituyen una abstracción de las imágenes de historieta cómica. Por momentos, esos personajes se vuelven más fáciles de reconocer, sobre todo a través de los grabados. En todos los casos predomina un particular ritmo sincopado, el cual se acentúa más en las pinturas. Otro tanto ocurre ahí con el protagonismo de las siluetas y con la intensificación del color. Estos tres atributos proporcionan al autor los mejores resultados.
Sola-tierra
Nueva demostración del talento de Emma Malig, a través de obras de veras sugerentes y hermosas.
Lugar: MAVI
Fecha: hasta el 27 de agosto
Pulsión
Sebastián Yrarrázaval y su abstracción de una temática aunque actual, siempre vigente.
Lugar: Galería AMS
Marlborough
Siluetas, susurros y desastres
Abstracción de la historieta cómica, en manos de Patricio Kind
Lugar: Galería XS
Fecha: ambas hasta el 5 de agosto