Esta frase se dice a veces con orgullo, para afirmar la identidad de persona importante, ocupada, demandada. A veces se dice con cansancio, como un peso que transforma la vida en una obligación permanente, donde la libertad está ausente.
Porque el tiempo es oro. Un Rey Midas moderno quiere convertir todo lo que toca en oro, pero que se queda con oro y sin tiempo.
Sin embargo, sabemos que el tiempo puede ser para gozarlo. Ese goce, el del tiempo, es una dimensión necesaria de todo sentido de la existencia y más aún, de toda alegría. Y sabemos también que la falta de tiempo puede ser una gran manera de saltarse el goce de la vida.
El tiempo viene de adentro, no se enmarca en calendarios ni se mide con punteros del reloj. A veces es todo lo que tenemos que de verdad nos pertenece.
Hoy, los ciudadanos del mundo andan muy ocupados. En particular las mujeres, que tienen cada día más roles, más preocupaciones, más normas que cumplir, como madres, esposas, trabajadoras. Y, además, tienen que ser bellas y jóvenes, lo que quita mucho tiempo.
Los nuevos trastornos psíquicos están muy relacionados con el cansancio, con la falta de ocio o con un ocio sin goce, que no es descanso. El sistema nervioso no está aún adaptado a la cantidad de deberes que debe cumplir por minuto. También él, el cerebro, necesita silencio y ocio. Ahí va diseñando prioridades, atesorando recuerdos gozosos, planeando descansos felices.
Lo que pasa es que es menos peligroso, o así lo sienten muchos, estar ocupados que mirar nuestra vida. Entonces el ocio se transforma en la amenaza de ver lo que no queremos ver, de resolver lo que no tenemos energía para resolver. Mejor estar ocupados.
Es que el ocio no es dejar de hacer para que la pobre cabeza tenga espacio de enfrentar y resolver. Es darnos tiempo para el goce de ser. Es tan difícil, que hoy se recomienda mucho acompañar de música este ocio sanador, o de recuerdos, o aun de historias inventadas que nos diviertan. Todo está permitido con tal de callar el deber constante de nuestra cabecita de estar "aprovechando" el tiempo, solo para perderlo.