Lo primero es elegir la zona de la ciudad y luego fijarse en cuatro aspectos centrales, que son independientes de la comuna o el precio del bien raíz.
Esto es tanto para los que pueden más, como para los que pueden menos.
En estos asuntos la igualdad es completa, aunque no siempre se consigue el total y se cumple el sueño, pero los chilenos y chilenas, a la hora de adquirir una casa o departamento y elegir la zona, por acá es por donde parten:
Sector privilegiado.
Barrio exclusivo.
Casa aislada.
Y si es en condominio, en ese caso, que sea cerrado.
Cuatro puntos cardinales: privilegiado, exclusivo, aislado y cerrado.
Con eso soñamos y es lo que compramos.
Hasta los espacios comunes deben ser exclusivos.
Y la pieza y baño de servicio, porque se trata de una estructura armónica, se asumen como aisladas, pero jamás como segregadas.
Cuestiones generales a tener en consideración: los espacios (bien pensados), la vista (panorámica), quincho (incorporado), el concepto (integral).
Lo ideal, y también en beneficio de la continuidad histórica, es la teja colonial Emperatriz Reina Victoria. O por defecto una más reciente, pero también típica y chilena: la Von Bismarck de La Dehesa. Si puede, puede; y si no puede, no puede. Sigamos en el exterior.
Un
club house, la verdad, termina siendo quinta de recreo.
Si le ofrecen un
family room, huya sin dudas, porque eso no es para gente como usted.
Si no hay posibilidad de piscina propia, aislada y cerrada, abra su mente, pero hasta por ahí nomás. La generación que lo precede se formó con la portátil de plástico y con la humillante manguera con aspersor. Usted evolucionó y seguirá haciéndolo, por ahora escuche lo de la piscina común, y prefiera la sin tobogán. Si es con tobogán, y aunque crea que está solo, por Dios no se tiente ni se tire.
Las canchas multiuso se utilizan para cuestiones inimaginables, porque la distancia que hay entre libertad y libertinaje es la misma que entre uso y abuso.
Ahora veamos el interior de la casa o departamento.
No es necesario que entienda de inmótica, pero tiene que haber escuchado hablar de domótica. Partimos de esa base.
Fíjese en los muros y tabiques, que deben ser ignífugos.
Revise la existencia de los alvéolos ecológicos en cada enchufe.
Porcelanato fino en baño y cocina.
Disipador sísmico estructural.
Luz estroboscópica vigilante.
Grifería con núcleo de cobre.
Tecnopolímeros, vitrocerámica y termopanel.
Sensores de sonido y ultrasonido.
Pisos termolaminados o fotolaminados.
Presione por el
loopwall, el
smart eye y la home office.
Y que todo sea de última generación, aunque bien sabemos que si compra hoy, en un año será de penúltima, en dos de antepenúltima y después de tres y más, ya será viejo.
¿Va todo muy rápido, para usted?
Entonces, un consejo: apúrese en comprar.
En confianza y para terminar, un último consejo de amigo: lo que compre no puede ser más inteligente que usted.