Soda Stereo - "SEP7IMO DÍA"
Soda Stereo está de regreso, aunque nunca se fue del todo. La banda argentina vuelve a ser revisitada en la literatura -con la autobiografía de Zeta Bosio "Yo conozco ese lugar" (2016) y la investigación de Marcelo Fernández Bitar "Soda Stereo: La biografía total"- y también en el recientemente estrenado espectáculo del Cirque du Soleil llamado "SEP7IMO DÍA", una obra que le entregó nuevos aires al catálogo musical más clásico del trío trasandino, depositando 21 canciones en un álbum del mismo nombre.
Una placa que juega con la emotividad, porque incluye una grabación inédita de Gustavo Cerati al inicio de "En el séptimo día", donde al fallecido ídolo del rock argentino se le escucha en otro tono, más fresco en la interpretación y poderoso en su calidad vocal. Para este disco se restauraron cintas originales y se digitalizó su contenido para reversionar cada uno de los éxitos. En la canción que da título al álbum, incluso, se cuela un extracto de "Zoom".
Ejemplo de los pequeños hallazgos que hacen de este un trabajo a atesorar: como el mashup entre "Ella usó mi cabeza como un revólver" y "Un misil en mi placard", la transición de "Picnic en el 4° B" amalgamada a "Te hacen falta vitaminas" y "Mi novia tiene bíceps" e intensificadas en su propuesta festiva y afanosa de ska, o el coro de guitarras distorsionadas de aire shoegaze en "En remolinos". Piezas que responden a una propuesta que juega con la audacia y la complacencia, porque sin ser lo suficientemente diferenciadora de sus cortes editados, "SEP7IMO DÍA" está lleno de detalles para sumar a la discografía de la banda.
Pitbull - "Climate change"
Pitbull siempre ha sabido cuál es su lugar y para qué está hecho dentro de la música, industria a la que graficó de manera certera cuando su carrera iba en franco ascenso. "Esto se llama el negocio de la música. El 90% es negocio y el 10% es talento", dijo el cantante estadounidense de raíces cubanas en la 23ª Conferencia Billboard de la Música Latina en 2012. Y esa declaración de principios lo ha fortalecido en busca de su objetivo: vender, sonar y ser el jefe de la fiesta.
Por eso su último disco "Climate change" (2017), aunque el título pudiese confundir a los escépticos, no es un manifiesto al estilo Neil Young ni nada parecido. Simplemente insinúa la calentura de sus ritmos, que como si fuese un catálogo de presentación se pasea por el flow pausado de Drake, entrelazándolo con los ritmos caribeños que ha explotado el productor Diplo al mando de Major Lazer y la electrónica de tintes EDM, fluyendo sobre la pista de baile con guiños al pop, al reggae y al reggaetón.
Tal es su influencia que es capaz de reclutar tanto a fenómenos recientes del pop como Kiesza, Jason Derulo y Austin Mahone, como a pesos pesados como el guitarrista de Aerosmith Joe Perry y al vocalista de Blink-182 Travis Barker en "Badman". También desfila Jennifer Lopez en "Sexy body"-una canción sacada de los clubes subterráneos que se mueven al ritmo del house- y Enrique Iglesias con "Messin' around", en su reconversión definitiva como cantante urbano. El poder de Pitbull está en la cantidad y parte desde los pies.