Con Canción de tumba, de 2011, el mexicano Julián Herbert ganó inmediato reconocimiento como uno de los escritores más talentosos de su generación en América Latina. De ahí la recuperación de obras previas como
Un mundo infiel, de 2004, que Malpaso recupera en una estupenda edición. Para más señas, Herbert, nacido en 1971, vive en Saltillo, en el estado de Coahuila, que limita por el norte con Texas. Tierra de frontera, con mucho tráfico de trenes de carga entre Laredo, Estados Unidos, y diversas ciudades mexicanas. Ahí se instala uno de los ejes de la
novela, que sigue varias líneas que se entrecruzan o bien en el territorio de los sueños o en el de las casualidades. Es posible, hacia el final, reconstruir todos esos cruces y la biografía mínima de los principales personajes, pero lo más interesante es ver cómo se van descubriendo, cómo se ensanchan los abismos de la locura y cómo el azar disloca las vidas. Hay un poderoso artificio literario que solo logra la verosimilitud interna en la novela gracias al talento de Herbert: pesadillas idénticas persiguen a distintos personajes que incluso reproducen los mismos diálogos. Los sueños -las pesadillas- tienen un gran peso en la novela, y esa extrañeza fundamental que tienen se traspasa a paisajes que no tienen nada de onírico.
El libro abre con la presentación de algunos de los principales personajes: el guarda de ferrocarril que perderá las piernas; el médico estadounidense asediado por pesadillas y oscuros impulsos; el exmilitar que prefiere que lo llamen por el grado que tenía en el ejército, Mayor; el periodista que también sueña y que ese día, el día en que todo comienza, cumple 30 años. Otros personajes emergen en el camino: Ángela, la esposa de Guzmán, el periodista; los hermanos de Ángela, obsesionados por el porno; camilleros, meseras, otros guardias, prostitutas, hombres que usan gruesas botas grises, cruzan sus vidas y caen de uno u otro lado de la loca desmesura.
Un mundo infiel, con su estructura coral, puede leerse como un retablo en el que se representan algunas constantes que interrogan la obra de escritores como Roberto Bolaño, Yuri Herrera o Carlos Velázquez: el recurso a la violencia para resolver los conflictos, la extrema violencia sexual en contra de las mujeres, la oscura y terrible desazón que acecha en familias articuladas sobre moldes que ya no resisten el contenido.
Julián Herbert.
Malpaso,
Barcelona, 2016.
156 páginas.