El Área Dramática de Mega vuelve a tomar riesgos en el horario nocturno con una teleserie que aprieta teclas muy distintas a las de la exitosa "Sres. Papis", que anoche finalizó con un rating promedio online de 34,6 puntos. "Perdona nuestros pecados" es una teleserie de época, ambientada en un pueblo chileno de los años 50, donde los conflictos son las barreras sociales, el machismo y el abuso de los poderosos, tanto en la sociedad como al interior de la familia. Temas parecidos a los de "El señor de la Querencia" (TVN, 2008), que se situaba, eso sí, varias décadas antes.
Aquí, el patriarca es Armando Quiroga (Álvaro Rudolphy), dueño de los Almacenes Quiroga, un padre y marido autoritario, que no soporta que su hija favorita (Mariana Di Girolamo) se relacione afectivamente con uno de sus empleados. Desde los primeros momentos del capítulo debut, exhibido anoche, queda claro que el antagonista de Quiroga será el nuevo cura del pueblo, Reynaldo Suárez (Mario Horton), joven y apasionado defensor de la justicia social.
El primer capítulo dejó ver un notable trabajo de ambientación de época y hubo agilidad en el desarrollo de los conflictos, demostrando que el melodrama viene con todo. Hubo muy poco humor y se mostró la ferocidad del patriarca en escenas de violencia intrafamiliar. Quedó claro también que el cura tiene algo que ocultar y que pronto se debatirá entre su vocación y la atracción por la hija de Quiroga.
Esta teleserie viene con culpa, azotes, hijos de paternidad oculta, adolescentes pololeando a escondidas y adultos infieles. No se está pensando en lo que hoy aqueja a la sociedad chilena, sino que se apela al melodrama clásico. En este sentido, es muy distinta a la saliente "Sres. Papis" y, probablemente, convocará a un público diferente. Aquí, los conflictos principales son de otra época y se busca retratar un momento en que una parte de la Iglesia apoyó los cambios sociales. Si bien la mayoría de las teleseries locales se apoyan en las diferencias entre clases, aquí se hace sin ningún atisbo de comedia y con bastante rudeza.