Antonio Chambert es un profesor de Literatura Europea (alemana y francesa, especialmente) en la Universidad Católica de Santiago. En un momento de su vida, cuando fuma obsesivamente, bebe "como soldado ruso" y es perseguido por un insomnio pertinaz, comienza a relatar los sucesos que lo han conducido a este punto. Es su recurso para "recobrar la quietud". Aunque no pretende que el texto caiga en manos que no sean las suyas, advierte que su testimonio no es ni una confesión ni una autobiografía, porque ambos géneros le parecen truculentos. Además, decide que para entender el sentido de su historia debe partir describiendo las circunstancias que rodearon su nacimiento, según le han contado sus padres.
La introducción de
Una sombra en la noche, de Cristóbal Pérez Barra (Viña del Mar, 1980) trae a la memoria los esquemas retóricos con que se iniciaban las novelas decimonónicas de propósitos edificantes o ejemplificadores. Incluso la mención a las circunstancias del nacimiento de Antonio recuerda el famoso comienzo de la novela
David Copperfield, de Charles Dickens. No sé si el autor ha utilizado conscientemente tales esquemas o solo son el producto de una feliz casualidad. Cualquiera sea el caso, es un recurso paródico que resalta el quiasmo radical que
Una sombra en la noche establece con esquemas narrativos propios de la novela de ejemplificación. Las afinidades temáticas del relato de Cristóbal Pérez Barra se encuentran en las novelas contestatarias que a lo largo del género han representado conductas que no caen dentro de los límites morales de la novela moderna: los pícaros del Renacimiento, los personajes absurdos de
La náusea, la apatía de Mersault, la rebeldía desorientada en Salinger o, más próximos a nosotros, los inadaptados de las novelas de J. M. Coetzee. (La admiración de Cristóbal Pérez Barra hacia este autor es indudable. Ha traducido a Coetzee al español y le rinde homenaje evocando a David Lurie, el protagonista de
Desgracia, en la figura de Antonio Chambers, y también situando a Antonio en una escena muy similar a otra que aparece en la novela de Coetzee).
Al igual que sus predecesores, Antonio Chambers materializa el tipo literario del extraño entre los hombres. Lo demuestra la frialdad de sus actitudes y la distancia que establece como narrador cuando relata los hechos de su pasado: lo observa con palabras gélidas cuando no indiferentes. Antonio es un académico en el sentido más prestigioso del término: posee una extensa cultura, habla varios idiomas, se entrega con acuciosidad a la investigación literaria y hace gala de profundos conocimientos musicales. Sin embargo, nunca se aproxima afectivamente al mundo que lo rodea; no se entrega ni se compromete con él: "La literatura me interesaba muchísimo, pero ningún autor ni movimiento me hacía bullir la sangre en las venas. Mi relación con ella era más bien instrumental, un medio para ganarme la vida". Similares pragmatismo y contradicción de actitudes sostienen sus relaciones con el otro sexo: asegura que "no hay nada peor que una mujer manoseada" pero al mismo tiempo limita las relaciones sentimentales exclusivamente a lo físico: "Lo que uno busca es limitar la interacción estrictamente al acto y no perder tiempo en piropos ni cenas románticas ni conversaciones de almohada". Tal distanciamiento produce que su escritura sea monocorde de comienzo a fin: el tono de sus palabras no varía ni cuando se refiere a sus preferencias culturales o artísticas ni cuando expone sus ideas sobre el matrimonio o describe las insípidas actitudes que mantiene con su esposa o los arrebatos sexuales que comete con otras mujeres.
Cristóbal Pérez Barra ha construido un personaje contradictorio e inadaptado que se gana progresivamente el desafecto del lector, sentimiento que crece con los episodios que rodean el desenlace de la historia. Aunque se echa de menos una independencia mayor en ciertas reacciones de los personajes, Una sombra en la noche es un relato que destaca en el grupo de novelas publicadas durante los últimos meses.
Una sombra en la noche
Cristóbal Pérez
Uqbar Editres,
Santiago 2016,
188 páginas,
$15.900.
Novela