Varios artistas- "La La Land OST"

"La La land" es el filme de moda en la industria cinematográfica. Avalado por la crítica, por el público y ganador de siete Globos de Oro en la última ceremonia -récord absoluto para una película en esos premios-, el musical dirigido por Damien Chazelle y protagonizado por Emma Stone y Ryan Gosling, rescata tanto en su historia como en sus composiciones los vestigios del viejo Hollywood. Una era que bailaba al ritmo del jazz y se agitaba a través del tap y los bailes de salón.

Por eso el soundtrack detrás de la cinta funciona como un trabajo en sí mismo, donde el máximo responsable es el compositor estadounidense Justin Hurwitz. El maestro detrás de "Whiplash" (2014) imprime alegría, fiesta y pasión a cada uno de los 15 temas que envuelven la placa. Como si fuese un trabajo de arqueología, el músico escarba en el pasado, desempolva las piezas y encuentra una serie de momentos clásicos del género: desde "Cantando bajo la lluvia" (1952) hasta "Las señoritas de Rochefort" (1967), pasando por las primeras dos décadas de la filmografía de Disney.

Junto a las letras de Benj Pasek y Justin Paul, sus protagonistas se convierten en intérpretes experimentados y versátiles. Gosling (Sebastian en el filme) homenajea a Frank Sinatra en "City of stars" y Stone (Mia) cautiva con su sólida candidez en "Audition (The fools who dream)", en dos momentos que se unen a inolvidables como "Another day of sun" y "Someone in the crowd" o a la participación del siempre bienvenido John Legend en "Start a fire". Una obra a revisitar una y otra vez, para cantar y bailar pensando en Los Angeles.

The Flaming Lips- "Oczy Mlody"

El tiempo ha pasado raudo para The Flaming Lips. El combo estadounidense, liderado por Wayne Coyne, lanzó hace 15 años el ya clásico "Yoshimi battles the pink robots" (2002) como el último gran golpe de su extenso catálogo, y los intentos por validarse como uno de los herederos del rock psicodélico han llevado a la banda por caminos extraños. El más reciente fue su amistad personal y musical con Miley Cyrus, con la que colaboraron en la producción de "Miley Cyrus & her dead petz". Aunque dejando de lado los prejuicios, la ex chica Disney se convierte en uno de los pilares del nuevo disco de la agrupación.

"Oczy Mlody" es una pieza narcótica de samples futuristas y sonidos espaciales. Y cómo no, si el guión detrás del álbum habla de fantasías improbables con unicornios, drogas imaginarias y sueños de aplastar las estrellas. Un relato que desafina el producto final y lo vuelve prescindible, convirtiéndolo tan solo en un adorno que le entrega una capa de más a los pensamientos paranoicos y ligados a la infancia de Coyne, que se traducen en una ópera claustrofóbica que cansa a mitad de camino debido a su falta de ímpetu para despegar.

Por eso la colaboración de Cyrus en "We a famly" -la última canción del álbum- refresca la inventiva del músico de Oklahoma, volviéndola amable y cariñosa. Porque la aparición de la ex Hannah Montana llega como si fuera una heroína que emerge de la nada para salvar a un desposeído que está a punto de desfallecer. Un final feliz que se impone al tedio constante de un trabajo al que le faltan cambios de ritmo. Con The Flaming Lips es fácil extraviarse.