Gran cosa la suma....aumenta todo. La verdad es que tenemos que reconocer que aumenta también lo que quisiéramos hacer desaparecer.
La prensa de fin de año en Chile ha hablado del ánimo pesimista que se ha instalado entre los chilenos. Una de las consecuencias, se dice, es la falta de amabilidad con que las personas se tratan en la calle, la rabia contra el que se equivoca, los bocinazos contra el que no partió volando en la luz verde. Una mezcla de impaciencia y rabia que en nada colaboran a que esta ciudad mejore su ambiente humano.
Las permanentes noticias malas en la prensa escrita, pero sobre todo en la radio, la crítica constante, reflejan derrota.
Hay muchas buenas noticias, desde el mejor control del cambio climático hasta la disminución de la desnutrición infantil. En medicina y en ayudar a cambiar el planeta en que vivimos hay tantas buenas noticias. ¿Quiere alguien hablar de ellas? Poco.
Me refiero a este fenómeno, porque es necesario hacernos cargo de la necesidad de los seres humanos de sentir que hacemos cosas bien, que somos capaces, que hasta podemos ser poderosos para producir cambios difíciles. Recordar que nosotros nutrimos la mente y la emoción con lo que nos rodea y con lo que decidimos que es importante.
La autoestima, de la que todos hablan como si fuera sencilla, no se construye solo individualmente. La cultura a la que uno pertenece es fundamental. Y se relaciona mucho con la incorporación a la vida pública de la capacidad de los ciudadanos de poder producir cambios. Uno podría decir que la autoestima es inversamente proporcional a la impotencia. Si todo me supera, si nada está en mis manos, si el mundo se está destruyendo, si el país en el que vivo es un desastre, quien lo mira y lo siente así no puede ser más que una hormiga inútil e intrascendente.
Hay muchos que reducen su capacidad de cambiar el mundo al ámbito de su actividad privada. No basta. Porque el inconsciente es también colectivo, existe, y no vivimos solos en este mundo.
Invito a engrandecer la suma. No la de los números fáciles, sino la que produce cambios, la que celebra logros, la que nos suma a todos.
"Invito a engrandecer la suma. No la de los números fáciles, sino la que produce cambios, la que celebra logros".