Se acaba el año. Época de reflexiones y balances. Y en estos 12 meses pasaron muchas cosas. En lo que al panorama gastronómico se refiere, hubo varias inauguraciones. Curiosamente, las carnes
premium fueron la estrella. En primer lugar, Rubaiyat, en Nueva Costanera, con sus deliciosos cortes brasileños (la
picanha, un
must), variados picoteos y la sensacional
feijoada de los sábados invernales. Luego, Carnal, un lugar con carnes
premium importadas directamente de Estados Unidos, en un ambiente más formal y bien atendido. Estupendo. No se puede olvidar a Carneros, al lado del Balthus, que trajo los sabores de la Patagonia a Santiago. Su cordero es memorable, así como la centolla y los ostiones.
Otro aporte importante del año fue Lobo Brasserie, que más allá de la tremenda inversión que hubo en sus instalaciones, presentó una excelente muestra de la cocina francesa más informal. Sus preparaciones guardan toda la tradición gala, con toques de modernidad y una excelente preparación. Su cerdo con costra crocante es uno de los placeres del año.
Hay que destacar también a La Misión, en Nueva Costanera. En lo que fuera el Puerto Fuy, una enorme barra para probar vinos por copas y un primer sector más informal. La carta de vinos es increíble y muy completa. Elegida cuidadosamente, hay representantes de varios países vitivinícolas. Su cocina es refinada y con acento francés, aunque no falta la creatividad del chef y sus estupendos menús de almuerzo.
En Lo Barnechea se inauguró un
revival de uno de los primeros restaurantes top de Bellavista: La Divina Comida. De la familia Sacco (Il Divertimento), el lugar es sencillamente precioso para almorzar con niños y hasta mascotas, en el gran patio que rodea la casa. Toda la tradición italiana al plato, con preparaciones sencillas y otras más elaboradas que se agradecen. Como para sentirse en casa.
Finalmente, una mención especial para los que se han convertido ya en verdaderos clásicos. Donde siempre se sale feliz y se tiene la seguridad de encontrar el mismo nivel de servicio y cocina. Luchan a diario por mantenerse y lo consiguen: Rivoli, Miraolas y La Mar. ¡Que el nuevo año traiga muchas sorpresas más. Felicidades!