Un inédito de Enrique Lihn es ya una buena noticia. Y más si se trata de un libro tan particular como
Las cartas de Eros, una serie de cartas a mujeres imaginarias -mujeres de papel- que tienen, sin embargo, a juicio de los editores, un indudable sustrato biográfico. Para la lectura ese dato es irrelevante, puesto que las cartas se sostienen por sí solas como una reflexión sobre el amor, o sobre las relaciones entre mujeres y hombres, con la lucidez devastadora y el agudo sentido de la ironía que caracteriza toda la obra de Lihn. Esa autonomía deriva en especial de los asuntos que aborda, situaciones, casos, que a partir de las complejas relaciones que el autor tuvo con las mujeres se elevan a la categoría de paradigmas. Qué ocurre, por ejemplo, cuando una relación está en vías de acabarse, cuándo nace la sospecha, cómo se cristaliza la certeza; por qué la asimetría suele ser una característica relevante: "El equilibrio de las atracciones es imposible. Eros -el maestro del sufrimiento- lo rechaza porque ese equilibrio destruiría sus lecciones intrínsecamente sadomasoquistas". O la relación entre Eros y Tánatos, donde la certeza de la muerte "tiene que ver con la otra cara oscura de cualquier hombre, de no importa qué mujer". O los encuentros transitorios que derivan en esperar que el otro espere y que se resuelven en el intercambio de "una mala excusa" por "palabras duras, atinadas". La última carta -dirigida a Beatriz- es muy reveladora, quizá, sobre la biografía del poeta; Lihn habla sobre la diferencia entre el amor y las actas matrimoniales, sobre las asimetrías en la edad, sobre tentativas generacionales -de la suya- como el matrimonio abierto.
Una carta memorable -y la única previamente publicada, en
El circo en llamas, la antología de escritos literarios de Lihn realizada por Germán Marín- es la que dirige a Gabriela Mistral, veinte años después de su muerte. Escrita con humor y soltura, habla de "una relación erótica entre mi cuerpo y el tuyo -ambos verbales- porque estamos hechos de palabras. El uno para el otro". La carta es un ensayo luminoso y brillante sobre una poeta que no cesa de crecer y cuyas principales obras, a juicio de Lihn, implican "aprender lo que, en virtud de la poesía, reconcilia cuerpo y palabra, presencia y ausencia". Una mujer de papel y de palabras, tal como las otras del libro, que insiste en la tentativa de auscultar y asir el fenómeno más elusivo, quizá, de la vida de cada persona: el encuentro amoroso.
ENRIQUE LIHN.
Overol Editores,
Santiago, 2016.
64 páginas.