Después de "La danza de la realidad", Alejandro Jodorowsky filma esta segunda película basada en sus años formativos en Chile, sin importar la falta de recursos en producción ni cumplir con el rigor de reconstruir la época. Lo que hay es energía, megalomanía, sí, pero en cuotas nutritivas para un relato cómico y atrevido, que parece haber sido construido por un chiquillo rebosante de energía y no por un señor octogenario. Su amistad con Enrique Lihn y sus amores compartidos con Stella Díaz, La Colorina, son parte de un filme osado, no para todos los gustos, pero provocador y súper chileno en tiempos de medias tintas fílmicas.
Drama. Francia/México/Japón/Reino Unido, 2016.
128 minutos. T.E.