"Escucha, deja de intentar ser alguien más. No seas alguien más, no trates de actuar como alguien más. Sé tú mismo. Sé seguro de ti mismo. Confía en ti, en tus propias creencias y en tus propias decisiones". Frank Ocean nunca olvidó los consejos de su madre. Y fueron tan importantes para su vida y su carrera que los incluyó en "Be yourself", una de las canciones de "Blonde" (2016), su último disco, publicado el pasado sábado. Cuatro años antes, la sabiduría materna probablemente también lo ayudó a tomar una decisión. A las puertas del lanzamiento de su álbum debut, "Channel Orange" (2012), el rapero y figura trascendental del R&B en la actualidad reveló que a los 19 años se enamoró de un hombre. Su primer amor.
Días antes del lanzamiento, algunos periodistas oyeron el trabajo y notaron el uso del pronombre masculino en algunas canciones. Y Ocean decidió adelantarse a las especulaciones. "No tengo otros secretos que tenga que guardar. Me siento un hombre libre", reflexionó en la misma publicación.
Nunca nadie de su categoría, en ese ambiente, había declarado abiertamente ser homosexual.
De inmediato, varios actores influyentes dentro de la industria celebraron la noticia. Sobre todo, remarcando el coraje de la voz de "Novocane" de dar a conocer su orientación sexual en un mundo del hip hop sindicado constantemente como homofóbico y discriminatorio.
"Unos años atrás, si esto hubiese ocurrido, habría marcado el fin de su carrera. En cambio, esto puede marcar su inicio", expresó Chuck Creekmur, uno de los cerebros de All Hip Hop, el sitio web más importante del género.
Y cómo no, si incluso Tyler, The Creator, su amigo y compañero en el colectivo musical Odd Future, fue acusado de haberse referido despectivamente a los homosexuales en los discos "Bastard" (2009) y "Goblin" (2011) -más de 200 en este último, según NME-.
Aunque esta vez también salió a respaldarlo. "Mi gran hermano finalmente lo hizo. Estoy orgulloso porque sé que eso es difícil", escribió a través de Twitter.
Al mismo tiempo, All Hip Hop proyectó que la industria se vería obligada a bajar sus niveles de homofobia: "El hecho es que el hip hop cuenta entre sus filas con gente que es homosexual desde hace ya mucho tiempo. Pero de alguna manera, y a diferencia del resto del mundo, el ámbito de la música urbana ha sido más lento para aceptar la homosexualidad". Desde allí adoptó a un grupo de fans que jamás lo habían escuchado hasta ese momento, pero que vieron en él a un promotor de los derechos LGBT.
En junio pasado, tras la masacre de Orlando -cuando un hombre acribilló a 49 personas en un club gay-, Ocean alzó la voz: "Muchos nos odian y desean que no existamos. Muchos están molestos por nuestro deseo de casarnos como cualquier otra persona o usar el baño correcto como todos los demás. Muchos no ven nada malo en transmitir los mismos y antiguos valores que cada año envían a miles de niños a una depresión suicida. Por eso somos orgullosos y expresamos amor por quienes y qué somos".
Volviendo al presente, y después de varios días jugando al misterio, Frank Ocean lanzó su esperado nuevo álbum, "Blonde". Una obra que ubica al artista como uno de los músicos más innovadores y arriesgados de su estirpe. Escribe en clave autobiográfica, como un hombre plenamente apasionado y compone como si los ritmos afroamericanos y el underground electrónico británico hubiesen estado entretejidos desde siempre.
R&B, soul, rap, funk y rock vuelven a enlistarse en una obra que incluye samples de The Beatles, The Carpenters o Elliott Smith, y que cuenta con las colaboraciones de Beyoncé, James Blake, Kendrick Lamar, Kanye West, Jonny Greenwood de Radiohead y Jamie XX. Cada uno de esos elementos se unen y reformulan el significado del pop actual como algo personal y único. Etéreo, reflexivo y sofisticado. Transgresor, urgente.
"Mi esperanza es que los bebés que nazcan estos días hereden menos mierda que nosotros", apuntó el de Nueva Orleans, al momento de revelar su orientación sexual. Él y su música serán responsables del cambio. Su madre le enseñó bien.