Tras acometer esa epopeya que fue "Boyhood" -la filmó a lo largo de 11 años con el fin de que los actores crecieran y maduraran a la par de sus personajes- Richard Linklater llegó el 2016 con "Everybody wants some!!", que toma su nombre de una canción de Van Halen.
Hay quienes la han visto como una vuelta de tuerca sobre "Dazed and Confused" (1993), que mostraba el último día de clases, en el colegio, de un grupo de adolescentes en los 70 y que reunió a un vasto elenco del que insospechadamente saldrían algunas superestrellas: Matthew McConaughey, Milla Jovovich, Ben Affleck y Renée Zellweger (los dos últimos, casi de extras).
"Everybody..." transcurre el fin de semana antes de que se inicien las clases en una universidad de Texas, y se ambienta en los 80.
Por ello no hay que descartar que "Everybody...." funcione -a la vez- como una suerte de continuación de "Boyhood", que termina precisamente cuando el hijo mayor, Mason (Ellar Coltrane) deja el hogar de su madre (la multipremiada Patricia Arquette) para marcharse a la universidad. ("Hero", la canción de la película, anuncia ese acto de independencia que viene: "Let me go/ I don't wanna be your hero").
Aquí es Jake (Blake Jenner) -el protagonista dentro de un extenso reparto- quien avanza en su auto, respirando libertad y mirando embobado las calles de este paraíso lleno de universitarias, mientras en la radio escucha a todo volumen "My Sharona". El es un becario -es pitcher de béisbol- por lo que le corresponde por residencia una de las dos casas destinadas a los equipos, que alberga cada una a ocho deportistas.
Para resumir los sucesos que desgrana el relato no se requieren demasiadas palabras: pelotas (de ping pong, taca-taca, pool, flipper, béisbol, basket, fuera o adentro de la casa), cerveza, fiestas, bares, discotheques, bromas pesadas, música, baile, sexo y conversaciones básicas y anodinas.
Y sin embargo estamos hablando de un guión espléndido, agudo, cuyos diálogos sosos se escuchan como la cadencia de este zumbido de testosterona liberada y concentrada en una ciudadela de chicos de 18 años (y un poco más), declarados adultos y responsables de sí mismos casi por decreto. Son tres días en los que -salvo un par de breves apariciones del entrenador del equipo- no se divisa a nadie que supere los 21. Eso recién ocurrirá el lunes, cuando partan las clases. Tan así, que cuando es descubierto un "impostor" de 30, es expulsado, sin mayor trámite. Todo un símbolo.
Como lo es el hecho de que los únicos diálogos en que surgen temas interesantes son los que se producen entre Jake y Beverly (Zoey Deutsch), una estudiante de teatro que se ha fijado en él precisamente porque le parece el menos ruidoso de esta manada. ¿Un asomo a esa saga sobre la pareja que es "Antes del amanecer"?
Si no fuera por su impecable montaje, algunas elipsis precisas y la señalización de los días, uno puede creer que está mirando un reality o un programa de cámaras ocultas. Tal es la autenticidad y precisión con que Linklater refleja ese momento exacto en que solo restan unas cuantas horas para que esta patota de "niñitos hombre" abandone su vida de "cumpleaños de mono" en la que chapotean con deleite, mientras se pueda. Están allí, esperando entrar a la universidad, impulsados por su fuerte instinto de competencia. Porque todo el mundo quiere algo, aunque ellos, menos que nadie, no saben muy bien qué.
En rigor, lo que ha venido haciendo Linklater a lo largo de su carrera es un gran fresco -en sucesivas entregas- de la familia de clase media norteamericana. Que salvo el béisbol y el fútbol (el estadounidense), a grandes rasgos y en sus aspectos más esenciales, no difiere de cualquier familia contemporánea.
¿Hay algo más similar a un adolescente que otro adolescente, en cualquier parte del globo?
Así como en "Dazed..." (justo en la etapa vital anterior), en "Everybody..." es allí donde el realizador se zambulle. Y el espectador de pronto empieza a reconocer situaciones y conductas cercanas, comunes, humanas, en suma. Tanto, que lo que sintió tan "gringo" al comienzo, deja de parecerle así y se devela en toda su universalidad.
(En Fílmico, Paseo Las Palmas. En Blu-ray).