Tal como ocurre en el cine de animación de los últimos 15 a 20 años (pensando en filmes como "Toy story", "La era del hielo" o "Shrek"), ¿es posible que un montaje local de "teatro familiar" pueda deleitar a sus espectadores adultos, tanto o más que a los niños para los cuales fue originalmente concebido? Algunos títulos surgen en la memoria como probables, pero ninguno hoy por hoy parece responder mejor a esta pregunta que "La guerra de las matemáticas".
Estrenado el mes pasado dentro del 6° Famfest y aún en cartelera, éste debe ser el sexto estreno del laborioso colectivo Los Contadores Auditores desde que hace casi una década debutó cuando sus líderes -Felipe Olivares y Juan Andrés Rivera, que comparten o se alternan en las funciones de dirección y dramaturgia- eran aún alumnos de Diseño Teatral en la "U". Y es el primero que destinan derechamente a la platea infantil, tras ganarse con sus obras anteriores -"La tía Carola", "Safari para divorciadas", "En busca del huemul blanco", entre ellas- un considerable grupo de fans en el segmento sub 20 del público (o más crecidos, pero con sensibilidad adolescente).
Puede que el foguearse haciendo el teatro que querían ver -jocoso, lúdico, algo ingenuo- les haya servido para este resultado; o quizás aquí hayan encontrado por fin el nicho que andaban buscando. La cosa es que esta obrita resulta una encantadora delicia, que avanza ágil y fresca casi sin esfuerzo aparente, llena de ingenio y amable buen humor. A ratos muy graciosa, no se puede imaginar que no divierta a los chicos y por igual a los mayores que los acompañan. El elenco de 7 ejecutantes juega gozosamente sus burlescas caracterizaciones transmitiendo su disfrute al público, y la propuesta visual -como es propio de los trabajos de este conjunto por razones obvias- luce alegre, colorinche y disparatada.
En un estilo con abundantes referentes a las películas Disney y Pixar, también al cómic, ofrece un relato muy simple, de atractivo corte detectivesco, en el cual dos compañeritas del colegio que ni siquiera se caen bien, se ven forzadas a unir esfuerzos para encontrar a la perrita regalona de una de ellas que desapareció. A poco andar se dan cuenta de que son varias las mascotas del barrio que se han perdido.
A último minuto se sugiere que la insólita pareja de investigadoras privadas deberá resolver otro misterioso caso; o sea, es esperable una continuación. Con dos objeciones menores: la primera, que en la impetuosidad de la entrega algunos diálogos no se entienden bien, lo que también sucede con la letra de las canciones. La otra es que el título, mal puesto, induce a confusión, pues la historia no tiene relación alguna con guerra ni con matemáticas.
Teatro Mori Bellavista.
Constitución 183 (Providencia).
Teléfono: 27775046.
Funciones hasta el 28 de agosto.
Sábados y domingos a las 16: 30 horas.