Iván Arenas comenzó a codearse con la televisión cuando todavía estaba en la universidad. Arquitecto y diseñador industrial de profesión, empezó a "pitutear" en UCV-TV para el programa infantil "Para saber y jugar" de la Tía Patricia. "Como era un canal chico y se nos permitía hacer de todo, yo aproveché. Trabajé de utilero, fui guionista y hasta me las di de actor en los sketches que tenía el programa", recuerda.
Un día cualquiera vio en el departamento de vestuario del canal una peluca rosada y, sin quererlo, comenzó a dar vida al personaje que marcaría su carrera. "Encontré la peluca, un traje negro y una humita y estaba listo: tenía delante de mí al Profesor Rossa", cuenta. Y sigue con una anécdota que ha repetido en otras oportunidades: "Lo que más me costó fue mantenerle al personaje mi propio bigote; funcionaba, pero querían que fuera postizo porque era un tremendo tema pintarlo cada vez que se hacía el programa. Al final gané esa pelea: mantengo el bigote, pero desde el principio me lo tiño yo mismo con látex".
"El mundo del Profesor Rossa" debutó en 1981 en UCV-TV, pero fue cuatro años más tarde -cuando saltó a Canal 13- que el personaje adquirió popularidad. "En Canal 13 tengo el récord de haber estado 23 años con el segundo programa más antiguo después de 'Sábados Gigantes'", dice Arenas, y recuerda que su gran impulsor en la señal católica fue el ex director de TV Felipe Pavez. "Él fue quien me llamó y entiendo que porque su mujer le dijo que había visto a un personaje curioso y rosado en la tele. Trabajamos durante años en 'El mundo del Profesor Rossa' y después en otro programa muy visto por las familias, 'Maravillozoo".
La historia del personaje infantil dio un vuelco en 2002, cuando su salida de Canal 13 coincidió con la filtración de un video donde aparecía gritándole groserías a su fiel compañero Guru Guru. "Mi salida del 13 no tuvo que ver con el video, pero me sirvió para comenzar a explotar una faceta más adulta que todavía mantengo en mis presentaciones en vivo". En paralelo, dicta charlas sobre liderazgo y creatividad, mientras la televisión ha quedado relegada. ¿La razón? "Es difícil trabajar en la televisión actual. A mí me gusta aportar con contenidos, soy el rey de los porqués y creo que hay que responderlos porque la gente necesita más educación y la tele podría aportar".