Daniel Vilches cuenta que fueron los periodistas de espectáculos los que lo bautizaron como el "Académico de la lengua". Fue a mediados de los años 50, en pleno auge de las revistas musicales, cuando se integró al Bim Bam Bum para hacer un dúo con Gastón Moreno. "Hacíamos unos diálogos cómicos bien subidos de tono. La gente primero se sorprendió, pero de a poco empezaron a acostumbrarse a este tipo de rutinas más populares", recuerda Vilches.
Sus inicios en el mundo del espectáculo, en todo caso, fueron en un tono bastante más serio. "Empecé haciendo un teatro más formal, en un grupo que se llamaba Victoria con el que presentábamos distintas obras en el 'teatro del pueblo'-como se solía llamar al Teatro Cariola-. Ahí conocí a actores muy importantes, como Juan Ibarra y Pedro Sienna y, tiempo después, pude llegar a mi primera compañía de comedia".
Pero fue el circo el que terminó de moldearlo como comediante. "Tenía esa cosa más popular y de poder viajar. Hice desde un tony que se llamaba Campanita hasta de 'Señor Corales', porque me encantaba disfrazarme y conversar directamente con la gente". Todo eso hasta que recibió un invitación de Enrique Venturino, dueño del Teatro Caupolicán, que terminaría dándole el giro definitivo a su carrera.
De esa forma se integró a la compañía de revistas, que se que estaba armando en pleno barrio San Diego y donde las estrellas eran Lucho Gatica, Romilio Romo y María Valdés. "Después, la historia es más conocida. Vinieron el Humoresque y el Picaresque, un tiempo que recuerdo con mucha nostalgia porque ahí se vivía la verdadera bohemia santiaguina".
Un tiempo que Vilches intenta rememorar con el trabajo que durante décadas viene haciendo con su compañía de revistas, con presentaciones en vivo en casinos y giras en su propia carpa. "Ahora estoy preparando mi nueva revista con Beatriz Alegret y Adra Said, entre las vedettes, y el grupo Pimpinela de Chile".