La fundación Ciudadano Inteligente realizó un exhaustivo y completo estudio sobre el discurso presidencial de la Presidenta de la República el 21 de mayo pasado. El objetivo de dicho estudio fue analizar los compromisos asumidos por la Mandataria en ese mensaje y su nivel de cumplimiento, en lo general, y en lo específico de cada sector.
En un contexto de profundo descrédito de la actividad política y de una Presidenta de la República, y de un gobierno, que no supera el 30% de evaluación positiva, me parece importante destacar cómo a través de este estudio la Presidenta y el gobierno cumplieron una parte significativa de sus compromisos. A nivel global, Ciudadano Inteligente determinó que en el mensaje del año pasado la Presidenta Bachelet se comprometió con 56 promesas. A partir de ese número, se determinaron 41 proyectos de ley vinculados a dichas promesas y se estableció un promedio de avance con respecto a los compromisos originales de un 53%, y el promedio de coherencia (entre 1 y 4) -que dice relación con la redacción del proyecto de ley y la promesa- tiene un resultado de 3. Es decir, en materia de coherencia, un 75% de cumplimiento. Destacan en los compromisos cumplidos la indicación sustitutiva al nuevo Ministerio de la Cultura; en mejoramiento de la democracia, como por ejemplo la nueva ley de financiamiento de las campañas y los partidos políticos, la determinación de sanciones muy severas para quienes no cumplan la normativa anterior, la autonomía constitucional del Servicio Electoral, el avance de la reforma constitucional sobre elección directa y democrática de los intendentes. Asimismo, en el área de la economía también se releva el grado de cumplimiento, destacando el proyecto de ley que fortalece la libre competencia en los mercados, así como el que fortalece a la Superintendencia de Valores y Seguros, el proyecto de ley de las caletas pesqueras, el proyecto sobre el cultivo y repoblamiento de algas, el de desarrollo sustentable en la pesca artesanal y, finalmente, en este sector, el fortalecimiento del Sernac.
Relevante en estos compromisos es el área de educación, destacando el proyecto que crea los servicios locales de educación, la red de centros de formación técnica de carácter público, la nueva política nacional docente, el proyecto de ley para asegurar la reposición de la educación cívica y un programa de formación ciudadana en el sistema escolar. En cuanto a los compromisos en materia de energía, la Presidenta cumplió sustantivamente con el proyecto de ley de la Enap y con la iniciativa legal de las tarifas eléctricas. En materia de equidad de género, tarea muy sentida por la Mandataria, se avanzó sustantivamente en el tema del aborto terapéutico.
Con respecto a los compromisos de mejoramiento del Estado, se avanzó en el fortalecimiento del sistema de Alta Dirección Pública, en las indicaciones para poder hacer efectivo el traspaso de competencia del gobierno central a los gobiernos regionales, en el proyecto de fortalecimiento municipal, y en el que reforma la Oficina Nacional de Emergencia.
Destaca también en este trabajo de la fundación Ciudadano Inteligente el nivel de compromiso de la Presidenta con el tema de los derechos humanos, relevándose en esta materia la creación de la Subsecretaría de Derechos Humanos, el ingreso del proyecto de ley que tipifica el delito de tortura en conformidad a los compromisos internacionales, así como los proyectos de ley que garantizan la imprescriptibilidad y el carácter no amnistiable de los delitos de lesa humanidad. En materia de administración de justicia, se destaca el proyecto que fortalece el Ministerio Público, así como la iniciativa de identidad de género. En cuanto a pueblos originarios, se avanzó en la creación del Consejo de Pueblos Indígenas.
El compromiso y cumplimiento de las promesas de la Presidenta es relevante en el área de trabajo con la ley de negociación colectiva, conocida como la reforma laboral; con el proyecto de ley que garantiza a los pensionados del sistema de pensiones solidarias el acceso a una cuota mortuoria o prestación por muerte, así como la eliminación del aporte de salud a los pensionados mayores de 65 años.
En política y en la vida, cumplir los compromisos es un signo de dignidad y responsabilidad. En el cuadro actual de crisis de la política, lo anterior es un buen ejemplo para recuperar la confianza y la credibilidad ciudadana.