Iggy Pop - "Post pop depression"
Comienzan a sonar los primeros segundos de "Break into your heart", el
single que abre "Post pop depression", el último disco de Iggy Pop, y una atmósfera tensa se apodera del álbum. Como vuelto desde el infierno, el sobreviviente del punk rock -de 68 años- se entromete nuevamente en una batalla que entre los caídos deja historias de amores a recuperar, otros amores de una noche, sexo y romance. El hombre no escarmienta y en ocasión de su decimoséptimo trabajo discográfico, el ex Stooges reclutó para su ejército a tres estrategas de su incipiente transformación sonora: el ideólogo de Queens Of The Stone Age, Josh Homme, junto a su guitarrista Dean Fertita; además de Matt Helders, el genial baterista de Arctic Monkeys.
Con esos colaboradores, el
frontman de Michigan impulsa su impronta de desfachatado cantándole como el "más grande poeta vivo de América" a una mujer "más alta", "más fuerte" y con un "trasero de reloj de arena" en "Gardenia". Agrega épica con los arreglos de cuerdas al final de "Sunday" y en esa balada intensa con gritos de ultratumba, como instalado entre esqueletos y calaveras, llamada "Vulture". Y se inserta de lleno en el stoner-rock clásico, como un homenaje en directo a sus compañeros de mediotiempo de Queens Of The Stone Age en "German days" y la cadencia de "Paraguay", con la banda haciendo segundas voces detrás de un líder que enloquece queriendo escapar de la vida moderna.
Con "Post pop depression", esa ya clásica imagen de la historia del rock donde el músico comparte
flashes con David Bowie y Lou Reed, vuelve a tener sentido. El último hombre en pie juega con el tiempo y, ahora, con los géneros de manera desvergonzada. Llamó a sus 'jóvenes' colaboradores para llenarse de vitalidad, como un vampiro que necesita de la sangre virgen para no disecarse. El viejo Iggy camina cada vez más cerca de la muerte y eso lo rejuvenece casi milagrosamente.
James - "Girl at the end of the world"
Como si fuera una señal de reconocimiento a la trayectoria y una manera de reivindicar a los ídolos de las últimas décadas en Gran Bretaña, James está a punto de arrebatarle el primer lugar de los álbumes más vendidos en el Reino Unido al superventas "25" (2015) de Adele. Los íconos del indie de la isla publicaron "Girl at the end of the world" (2016), su decimocuarto trabajo discográfico y lograrían así su primer número 1 en el Official UK Albums Chart -solo el compilado "The best of" en 1998 concretó tal reconocimiento-. Una placa que si bien se aleja del sonido más clásico de la agrupación, gana en valentía y sinceridad, como si en la parte trasera de cada
single apareciese un eslogan que rezara: "Lo hicimos. Y lo sabíamos".
"Girl at the end of the world" es un disco que recorre épocas. Porque encuentra en la distorsión de las guitarras y el bajo de "Bitch" una ventana oscura hacia el post-punk o una entrada al romanticismo del new wave, en clave Duran Duran, en "To my surprise"; pero también pasea por el pasado reciente en la contención de "Attention", una canción electropop impedida de explotar, como si fuesen los gritos mudos de una pesadilla en la etapa menos profunda del sueño. Además, una mirada hacia el futuro con unos guiños a la grandilocuencia de las atmósferas electrónicas en "Surfer's song" y "Catapult". Y hasta una sonoridad a lo Arcade Fire en "Move down south". Un trabajo discográfico universal, que sorprende canción tras canción.
Consultado por NME sobre la recepción de los fans por este nuevo trabajo, el líder de James, Tim Booth, dijo que no sabía exactamente por qué logró tal llegada. Eso sí, visualizó una "improvisación" de las canciones, debido a que "no sabemos cómo escribir éxitos, no tenemos ni idea de cómo hacerlo y no estamos interesados, pero de vez en cuando una gran canción se convierte en eso". El propio Booth aseguró que a ratos "Girl at the end of the world" no suena como fueron siempre y que han visto cómo el público más joven está asistiendo a sus conciertos. Los de Manchester están innovando, haciendo lo que quieren hacer, sin ataduras. Y ese camino les devuelve la vida.