Jeff Buckley - "You and I"
La muerte de Jeff Buckley, ahogado en un río en mayo de 1997, aún guarda un ambiente sombrío y misterioso. El músico avalado por insignes como Bob Dylan, Paul McCartney o Thom Yorke, truncó una de las carreras más prometedoras de la década de los 90, y los esfuerzos por ahondar en su historia y en su mente estremecida por el trastorno bipolar han hecho que su discografía se robustezca de piezas póstumas, que ya cuentan más placas que su único álbum editado en vida -"Grace" (1994). Pero a veces esa persistencia le hace flaco favor al mito detrás de uno de los músicos más destacados de su generación, porque los demos o piezas inéditas de su catálogo no siempre evidencian su mejor versión. Como ocurre con "You and I".
Este nuevo trabajo discográfico lanzado por Columbia Records corresponde a un archivo recientemente descubierto, grabado por Jeff Buckley, a los 26 años, para Sony. Con diez canciones, el músico reinterpreta sus temas favoritos de The Smiths ("The boy with the thorn in his side", "I know it's over"), la épica de Led Zepellin en "Night flight" o el relato certero del propio Dylan a través de "Just like a woman", pero el principal enganche es la inclusión de "Grace" y "Dream of you and I", las únicas dos de su autoría. La última, un demo como creado al instante: guitarra inquietante y un canto calmo que se detiene para hablar, contando la historia detrás de esas notas.
Quizás la justificación, como dijo su madre, Mary Guibert -la encargada de proteger y visar las grabaciones de su hijo-, en algunas entrevistas recientes, es que Buckley jamás cantaba la misma canción de la misma forma. Su capacidad interpretativa, tanto en la guitarra como en la voz, era capaz de transformar el relato de un sencillo, su atmósfera, a su antojo. Eso no quiere decir, sin embargo, que todo el material disponible sea adecuado para presentárselo al público. Al menos no tan temprano, con los recuerdos aún vivos de su gloria. Algunas cintas merecen seguir descansando unos años más.
Brian Fallon - "Painkillers"
Por un rato, Brian Fallon se deshizo de las melodías agitadas, descorazonadas a la fuerza, y sacó el pie del acelerador. Después de una década al mando de The Gaslight Anthem, el músico de Nueva Jersey publica su primer trabajo discográfico llamado "Painkillers", de una manera efectiva y sorprendente. Donde guarda el
punk pop en el garaje y desempolva una fórmula de baladas que como metrónomo oscilan entre el
alt - country y el
punk - folk. Pero sin traicionarse, porque a sus 36 años continúa negociando con la nostalgia, tal como con su banda madre, rememorando el pasado y externalizando los fantasmas que siempre lo han acompañado, esos miedos de no dar con la tecla exacta para reinventarse después del éxito o cometer equivocaciones inevitables.
Con esas heridas que no cierran del todo, Brian Fallon intenta la huida por una carretera solitaria, escapando de los fracasos de no cumplir los sueños en "Steve McQueen"; deteniéndose en "Smoke", como si estuviera cantando en una fiesta en un rancho perdido al sur de Estados Unidos, hablando sobre la sensación de no reconocerse después de hacerle daño a alguien importante. Y su vía crucis tiene un circuito marcado, que encuentra en "Rosemary" su aferro al futuro, dando vuelta la página, esperanzado en la sanación.
El líder de The Gaslight Anthem y The Horrible Crowes tampoco se olvida de su otra agrupación, y de manera ineludible ejecuta "Red lights" o "Long drives" como si fuesen versiones acústicas de sus grandes éxitos. Eso sí, más que en ellos, rinde un homenaje a figuras como Bruce Springsteen o Tom Petty, acercándose a sus visiones sobre la sociedad estadounidense y los vicios que hacen que sus individuos no encuentren respuestas en ninguna parte, salvo en ellos mismos. Así, "Painkillers" refresca el cancionero de Brian Fallon, lo lleva por caminos inexplorados por el músico, aunque ciñéndose siempre bajo sus propias reglas. Esas que ayudan a entender y calmar sus recelos.