Paulina Flores, nacida en 1988, debuta en la literatura con este libro de cuentos que toma su título del primer relato, que ganó el Premio Roberto Bolaño en 2014. En casi todos los cuentos, la autora pone de protagonistas a hombres y mujeres marcados por la marginalidad o por el hastío existencial, o por ambos. Vidas mediocres: "Nunca se había enamorado, estaba sola, se sentía apartada, atrapada, no pertenecía a ningún sitio, no había logrado mucho", dice Denise, en "Afortunada de mí"; "hice todas las cosas que hace la gente para alcanzar cierto bienestar, y me cansé, me convertí en una persona cansada", dice el protagonista de "Talcahuano". "En esa época me erguía ridículamente frente al mundo, creyendo que podría vencerlo y salir ilesa", dice la protagonista de "Tía Nana". Flores cultiva un estilo acorde con su temática, hecho de frases cortas, que evidencia al menos cuidado y trabajo.
Es un debut auspicioso, sin duda. Hay algunos cuentos que destacan con nitidez en el conjunto. "Qué vergüenza", más allá de algunas reflexiones sobre la infancia que no tienen mayor interés, atrapa con gran calidad un momento bochornoso que pone en marcha muchas emociones y que en algún sentido, por lo que descubre la protagonista, es un rito de paso a la madurez. "Laika" es una historia de pedofilia que sobrecoge por la ingenuidad infinita de la niña enamorada -a su modo infantil- del hombre que la lleva a la playa, en medio de la noche, y abusa de ella. "Talcahuano" tiene un giro final muy interesante, pero de alguna manera malogrado desde antes porque no resulta verosímil que adolescentes de una población de Talcahuano sean fans de The Smiths. "Olvidar a Freddy" transmite una intensa melancolía que llega hasta una autocompasión difícil de digerir, pero es también el cuento en que Flores parece soltar más la mano y deja fluir una espontaneidad en la escritura que se echa de menos en la mayoría de los relatos. Otros cuentos no tienen la misma intensidad ni calidad; a "Espíritu americano" y "Últimas vacaciones" les falta chispa y un cierre más acorde con el cuerpo de la historia. "Afortunada de mí", el último relato, tiene la extensión de una
nouvelle y desarrolla dos historias paralelas que parecen encontrarse en un punto muy menor, a tal punto que perfectamente podrían haber sido dos cuentos separados. La estructura doble no aporta nada; al contrario, confunde y se siente como un cuento demasiado largo.
Qué vergüenza
Paulina Flores
Hueders
Santiago, 2015
228 páginas.