Lo había advertido Josep Guardiola antes del duelo entre Bayern Munich y Juventus: "Es una opción colocar a Arturo Vidal de defensa". Dicho y hecho. El chileno jugó los 90 minutos en el empate 2-2 entre los bávaros e italianos y no en su posición habitual.

La cantidad de zagueros lesionados hizo al DT del Bayern reubicar al "Rey Arturo", quien jugó por delante de los dos centrales y cumplió en varias oportunidades la función de líbero.

Y lo hizo a lo crack. Con un gran despliegue físico, fue una de las figuras del encuentro: "Xabi Alonso se quedó en la banca y me tocó jugar en su lugar. Puede ser el futuro para mí", reconoció el oriundo de San Joaquín después del duelo.

Un abrazo con Gianluigi Buffon selló la batalla que tuvo de todo, incluyendo un reclamo de un posible penal cometido por "Celia Punk": "Mi brazo estaba cerca del cuerpo, no fue mano", se justificó.

El elenco bávaro dominó a placer en el primer tiempo y el 1-0 fue mezquino. En el complemento, después del 2-0, la "Vecchia Signora" reaccionó a puro ímpetu y emparejó el encuentro, dejando la llave abierta para la revancha del 16 de marzo en el Allianz Arena, en Múnich.

"Fue extraño jugar contra la Juventus, pero el fútbol es así. Tuvimos el control todo el partido y al final empatamos con dos pelotas en que nos pillaron mal parados. Esperamos que en Alemania no pase esto", analizó Vidal.

El chileno tuvo una cálida recepción de parte del público y sus compañeros: "Me tienen mucho cariño y yo a ellos. Fueron cuatro años extraordinarios, donde ganamos casi todo. Son como hermanos para mí. Fue difícil dejar este club. Mi mujer quería quedarse, pero yo buscaba una nueva experiencia", cerró.