"Anomalisa"
Es sumamente injusto que esta obra maestra de Charlie Kaufman -codirigida por Duke Johnson- compita en los Oscar en la categoría Mejor Animación con "Intensa-Mente". Profundo y al hueso, este fantástico relato hecho en stop-motion es la historia de Michael Stone, un autor de best sellers inglés cuyo destino es Cincinnati, donde dará una conferencia sobre "servicio al cliente". Su experticia es la comunicación, pero Michael Stone tiene un problema con eso: no conecta ni con su familia ni con nadie porque escucha siempre, sin excepción, la misma voz masculina y neutral saliendo de las personas con que interactúa, a quienes además percibe con las mismas e inexpresivas caras de muñeco, una y otra vez. Delirante, imaginativa y existencialista, "Anomalisa" transcurre en una jornada en el hotel donde se aloja el protagonista, y pese a la distancia que podría crear el uso del stop-motion por hábito en el nicho infantil, Kaufman y equipo consiguen seguir con esta historia el extraordinario cuerpo de trabajo de Kaufman como guionista en películas como "Quieres ser John Malkovich" (imposible no pensar en la reiteración una y otra vez de la misma cara) y "Eterno resplandor de una mente sin recuerdos", por ejemplo. Temas como la desolación, el hastío y un amargo cinismo, todos adjetivos conjugados para adultos pensantes, se traducen con maestría en una animación casi hiperrealista, no tanto por su copia a la realidad, sino por la interpretación de la condición humana vista desde un inteligentísimo pesimismo con marca y sello de Charlie Kaufman. Esta es una obra maestra que, pese al material de la que está hecha -muñecos animados-, es lejos la película más humana que he visto en años.
Drama/Animación. EE.UU. 2015. 90 minutos. Mayores de 18."Creed: corazón de campeón"
Esta secuela de la saga "Rocky" empalma mejor con la primera de la serie, la cinta de 1976, porque sigue con tono realista y drama de buen cuño la historia del boxeador Rocky Balboa (Sylvester Stallone, nominado al Oscar a Mejor Actor Secundario por su rol), ahora maduro, en el coro de los acompañantes y quien se decide a salir de su retiro para entrenar al hijo de su gran amigo y rival, Apollo Creed. Michael B. Jordan, como este vástago de Apollo, es el centro de la historia, y su ascenso, bajo la dirección del talentoso Ryan Coogler, es como lo que vamos viendo en pantalla a través de los entrenamientos y superación de pruebas: película fibrosa, de ágil musculatura cinética, no se pasa de lista y es respetuosa de la cinta original, de la figura de Rocky/Stallone y además, refrescante, porque introduce con tino, ritmo y buen cine la savia nueva: este boxeador novato, con hambre de éxito, con sus dudas, taras y conflictos. Y con hambre también de ser merecedor de su apellido: Creed. Gran película, que sin duda merecía más nominaciones a los Oscar.
"Creed". Drama. EE.UU. 133 minutos. T.E."Zootopia"
Si uno substrae el argumento ya manoseado de la minoría que no es aceptada y debe luchar por su aceptación, esta es una película Disney que brilla por su creativa concepción de un vital y novedoso diseño urbano (como pasa en "Grandes héroes") y, además, por una serie de bromas y guiños a un humor más adulto, aunque en la forma se trate de un producto infantil. En un mundo poblado de animales "antropomorfizados", una pequeña conejita de granja sueña con convertirse, de adulta, en una policía de la gran ciudad, porque cree en el ideal de "Zootopia", donde conviven depredadores y presas, en plena armonía. Nunca ha habido un conejo-policía, y la metáfora sobre la discriminación y la lucha de los derechos de minorías es evidente y de una excesiva corrección política, pero el potencial aburrimiento de ese discurso se disfraza y levanta por las bromas, que corren como la lenta y graciosa burocracia de unos perezosos (los animales) timbrando papeles en una verdadera cámara lenta. "Zootopia" es una película de sumo ocurrente, chispeante y rápida, pero lo es no por su argumento troncal -sí, las heroínas están de moda, es un nuevo y excelente mercado para Disney, ahí está Rey en la calculada "El despertar de la fuerza"-, sino que debido a su repertorio de chiste corto y efectivo que vive en su propia periferia.
Animación. EE.UU. 2016. 108 minutos. T.E."La chica danesa"
Sólo el ganador del Oscar del año pasado por "La teoría del todo", Eddie Redmayne, podría arrebatarle el Oscar a Leonardo DiCaprio. Su interpretación de la primera persona que se sometió a una cirugía de cambio de sexo, circa 1920, es correcta y demuestra la versatilidad y valía de Eddie Redmayne. El gran pero viene por lo que rodea el trabajo de este intérprete. El director ganador de la Academia de Hollywood por "El discurso del rey", Tom Hooper, viste a la película de sets de época cuidados, delicados, una fotografía impecable, vestuario perfecto: todo un conjunto decorativo imposible de no encontrar hermoso. Pero el drama en sí, como fuerza propia y motor de la historia, se esconde y debilita debajo de todo este maquillaje, quizás un poco forzado y quizás bastante formal para todo el contenido dramático y humano que pudo haberse extraído de esta cantera. Alicia Vikander, nominada como Mejor Actriz de reparto al Oscar de este año, como la esposa solidaria que ayuda al protagonista en su cambio de sexo, ofrece más matices y talento que todo este decorado frío y lejano a la tremenda historia que acompaña.
"The Danish girl". Drama. 2015. Inglaterra/EE.UU./Bélgica/Dinamarca/Alemania. 119 minutos. Mayores de 18.