Polígrafa de Barcelona, la editora de grabados internacionales se halla presentando exhibiciones en distintas galerías de todo el mundo. También lo hace en Santiago, a través de Galería Animal. Comprende obras de 25 importantes artistas contemporáneos. Su sistema operacional consiste en invitar al autor escogido a su taller barcelonés, donde este trabaja la plancha, que luego es procesada allí. El tiraje lo decide el propio invitado. El conjunto que nos visita corresponde, en general, a ediciones que van de los 50 a los 100 ejemplares. Y sus fechas de ejecución abarcan entre 1973 y 2015. Empecemos nuestro análisis con los concurrentes extranjeros.
Por la calidad y novedad de la lámina expuesta, el célebre británico Francis Bacon es el que más llama la atención. Su aguafuerte de 1987 -tomado de una fotografía del estudio de Trosky en México, en 1940- resulta parte de un tríptico, en el cual las dos porciones restantes poseen figura humana. En cambio, el exhibido -edición solo de 15 láminas- carece por completo de ella. Sus personajes son nada más que objetos, más o menos identificables, pero plenos de esa vibrante visceralidad trágica tan característica suya, además vertidos mediante una composición originalísima. Pero ellos emergen capaces de sugerir una desgarrada corporeidad del hombre, estado sicológico y signo de muerte: ¡qué feroz expresividad la de una especie de ojo negro y de la pequeña silueta circular en medio de la mancha de sangre!
Dentro del mismo grupo de artistas, el búlgaro Christo Javacheff muestra uno de sus proyectos land art de ocultamiento de monumentos. No obstante, su "Fuente envuelta" va más allá de un mero apunte, convirtiéndose en una obra autónoma: pujante collage litográfico que incluye tela, hilos y cartón. Por su parte, el cubano José Bedia ofrece una de sus vigorosas distorsiones de lo reconocible, por intermedio de un aguafuerte cercano al afiche y con ciertos aires de grafiti. Entre los participantes hispanos, el informalismo de Antoni Tapies concreta dos trabajos antiguos; así, su Cau-16 ostenta la fugacidad exquisita de un trazo, de un verdadero garabato maestro. El norteamericano George Segal, por el contrario, entrega el particular enfoque bien figurativo -1978- de detalles significativos: una mano, túnica y objetos, donde la fotografía impresa de una taza de café pone la nota cromática. Tampoco podía faltar el op art del venezolano Carlos Cruz-Diez; su litografía juega con rectas paralelas y colores superpuestos sobre fondo negro.
Ya dentro de una abstracción geométrica más literal, el argentino Luis Tomasello nos sorprende a través de un trabajo en el que la finura de los cinco cortes verticales y del efecto de sombras, en el que el refinamiento de coloraciones verdosas y azulosas alcanza auténtica hermosura formal. Y, precisamente, Argentina consigue dentro de este conjunto gráfico momentos valiosos: el humor genuino de Liliana Porter -una piedra auténtica es apenas sostenida por la pintura de un hombre, cuyo rostro refleja supremo esfuerzo- y la inventiva juguetona de Guillermo Kuitka, que, manteniendo su temática de fines del siglo pasado, acá recurre al ritmo visual, entrelazando la desnuda numeración de las filas de asientos de un teatro.
En lo que respecta a los participantes chilenos, limitémonos a Jorge Tacla, Francisca Sutil, Samy Benmayor y Patrick Hamilton. De esa manera, el primero nos remece, en especial con el expresionismo feísta, con la ironía trágica de su "Amigos y enemigos", mientras Benmayor manifiesta su personalidad neoexpresionista con un par de láminas marcadas por imágenes típicas suyas: la vaca y la flor. Un firme desarrollo serial desde el óvalo a la mancha espontánea nos propone Sutil, en tanto que el políptico de Hamilton despliega la burlona historia, eminentemente plástica, que asocia Chile, maquinaria agrícola y nazismo bajo la simbología del dorado eficaz.
Grabados de polígrafa
Valioso conjunto internacional de gráfica contemporánea
Lugar: Galería Animal.
Fecha: hasta el 26 de marzo.