Además de ser claro que Santiago a Mil es mucho más que los espectáculos que presenta, es necesario destacar que ha conseguido que grandes artistas internacionales creen nuevas obras referidas a Chile; lo hizo Pina Bausch y ahora lo hace Lemi Ponifasio. Pina Bausch, líder mundial de la danza moderna, después de estar en Santiago a Mil 2008, viajó por Chile, profundizó en nuestra música y creó la obra "Como el musguito en la piedra, ay sí, sí, sí", que se estrenó en forma póstuma el año 2009. Ahora, Lemi Ponifasio, artista de Nueva Zelandia que trajo el año pasado "I am mapuche", elegida como la mejor obra extranjera por el Círculo de Críticos de Arte de Santiago, ha vuelto para profundizar en el espíritu de este pueblo originario.
Ceremonia Mau Mapuche
Bajo la sombra de uno de los grandes árboles de la Terraza Caupolicán del Cerro Santa Lucía, una machi inicia la "Ceremonia Mau Mapuche" con un canto al ritmo sostenido de su kultrún. Desde el fondo avanza un grupo de figuras enfundadas en largos vestidos negros. Con solemnidad se instalan en una larga fila frente al público. El sonido intenso de una trutruka llena el espacio con un tono guerrero. Una mujer se separa del coro y con elocuencia se dirige al público en mapudungun; luego ella misma repite su discurso en castellano. Es el sueño de su abuelo que se durmió pensando que volvería a su tierra, es el sueño de quienes lucharon por su tierra amada. Con dureza indica que este mismo cerro fue testigo de muertes y juicios contra ellos. Hoy solo tienen sus cuerpos como espacio de liberación, de determinación, de resistencia. "Somos volcanes, somos lluvia, somos tierra, somos el universo". Es un discurso expresado con fuerza y belleza. Ella se tiende en el suelo y sobre su torso desnudo un hombre va colocando piedras, luego vierte agua. Al fondo las nueve mujeres se entrelazan, forman una línea compacta e inician leves movimientos apenas percibidos. Se escucha un canto suave que parece invocación. Pero luego kultrún, trutruka y kadkawillas o sonajas, con acelerado ritmo nos llevan a lo guerrero. Los hombres ejecutan bailes que sugieren pájaros en vuelos rasantes; las mujeres emiten sonidos como de queltehues y comienza una danza con un paso más sencillo y característico a la que invitan al público. En pocos instantes, casi todo el público se incorpora, se produce un rito de confraternidad y alegría.
Lemi Ponifasio le ha dado altura y belleza a lo que nos parecían expresiones autóctonas, algo primitivas. Eleva la palabra, el canto y el baile mapuches a arte de calidad. Esta obra deberá llevarse a las tierras de La Araucanía para otorgarles una nueva razón de orgullo. Lemi Ponifasio muestra su respeto a expresiones en que coinciden los pueblos autóctonos de Asia y América.
"La Tempestad"
Otra combinación de culturas aparece en "La Tempestad", basada en la obra de William Shakespeare y traída por la compañía coreana Mokwha Repertory dirigida por Oh Tae-Suk. La trama es la misma creada por Shakespeare, pero la visión asiática aparece desde el comienzo en la belleza del primer cuadro de danza en que blancas sedas vuelan elegantemente en el aire. La isla desde la que el mago Zilzi ha provocado una tormenta que hace encallar el barco en que el rey Jabi regresa de la India después del matrimonio de su hija, está llena de espíritus, de aves y animales que participan en la historia. La naturaleza tiene una fuerte presencia. El mago Zilzi, como Próspero, quiere dar una lección a su hermano que le usurpó el poder, pero principalmente quiere casar a su hija que ya tiene 15 años. El príncipe del Reino de Silla, uno de los tres reinos que formaron Corea, se enamora de la hija del mago y le ofrece matrimonio, pero cuando ve que su padre está vivo, le pide lo perdone por haberse comprometido sin su autorización. También, muy asiáticamente, el Rey Jabi, al comprender lo injusto que fue con su hermano, pide reiteradamente perdón. El clima asiático se da, además, por el sonido de los tambores que se ejecutan en el escenario y por el instrumento de cuerdas, gayageum coreano o koto japonés, cuyo sonido sugiere armonía. Los pueblos asiáticos tienen un gran respeto por la tradición, y han encontrado en los clásicos griegos y en las obras de Shakespeare una fuente constante de inspiración.
En varias de las obras las compañías tuvieron especial éxito en hacer participar al público. "Ceremonia Mau Mapuche" concluye con casi todos los asistentes incorporados al círculo de danza que se convierte en un gran acto comunitario. Al final de "The Tempest", que se ha desarrollado en idioma coreano, el Mago Zilzi pregunta en castellano si el público está de acuerdo en que se casen el príncipe y la hija del mago, y medio teatro dice que sí, luego pregunta si les ha gustado la historia, y también una voz unánime dice con fuerza que sí, y concluye diciendo que el abanico que ha sido signo de su fuerza lo quiere dejar en Chile, y efectivamente lo entrega a una persona del público, con lo que logra una ovación.
Papel relevante en el éxito de las obras tuvieron algunas grandes actuaciones. La eficacia de "The Select" se basó en la actuación de Mike Iveson, que interpretó con extraordinaria naturalidad al narrador y personaje Jake Barnes. En la uruguaya "La ira de Narciso", el dramaturgo y actor Gabriel Calderón se apodera de la sala primero cantando canciones muy populares. Con simpatía se pregunta si le darán una Gaviota, y luego entra en diálogo constante con el público que termina completamente entregado a lo que él diga. En "Ceremonia Mau Mapuche", Lemi Ponifasio llevó a un primer plano a Margarita Monsalve Cuminao, cuya fuerza expresiva resultó sorprendente; como Mahani Teave de Isla de Pascua, podría convertirse en artística expresión de su cultura.