Julio Videla es esencialmente un hombre de radio. En ese medio nació como notero de Radio Carrera y se mantiene hasta hoy como conductor de "Tus años cuentan" en Cooperativa. Su llegada a la televisión fue de la mano de Don Francisco en "Sábado Gigante", donde debutó con una sección en la que recorría Chile. "Era divertido porque simulábamos que estábamos en vivo, algo que parece ridículo en estos tiempos donde todos estamos conectados. Don Francisco preguntaba '¿Dónde estás Julio?' y yo le respondía, por ejemplo, 'en Coyhaique Don Francisco' y le contaba información de ese lugar que había grabado hace días".
Videla nunca se imaginó como rostro de televisión. No sentía que tenía la imagen, ni la personalidad de otros animadores como Antonio Vodanovic o César Antonio Santis. Por lo mismo, cuando Canal 11 le ofreció conducir "Cordialmente" (1988) hizo una petición bastante especial: "Quise aparecer sentado en una mesa con un micrófono encima. En esa época todos animaban de pie y yo no quería porque le tenía tanto pánico a la televisión que pensé que se me podía notar que me temblaban las rodillas", recuerda riendo. También sabía que su gran fortaleza era la simpatía: "Nunca me creí el cuento. Y si en la vida desarrollé la simpatía es porque no tenía buena pinta".
"Acompáñeme", "Juntémonos con Julio" y fueron otros programas donde Videla desarrolló su veta de conversador. "Siempre me gustó conversar y, por eso, todavía me sigue seduciendo la radio".
¿Echa de menos la televisión? "No. No soy viudo de la TV. Creo que todos cumplimos un ciclo y yo ya tuve mi momento", dice. Y agrega: "Tampoco pienso que la televisión de antes era mejor. La TV es un fiel reflejo de lo que es la sociedad y hoy la gente está más violenta y se trata con groserías y eso se refleja en los nuevos programas".