Una de las únicas dos propuestas de Santiago a Mil dirigidas específicamente al público infantil (la otra es la arrebatadora "Melodías en el aire" en la modalidad de teatro para guaguas), "Hetu'u, en el ombligo del mundo" marca el debut en la capital de un colectivo viñamarino que lleva un lustro de actividad. Despliega su tercer montaje que destina a niños mayores de 5 años, mostrando un muy buen nivel artístico y de producción. Asombra sobre todo por convertir su relato en una experiencia audiovisual abundante en recursos, estímulos y atractivas ideas escénicas.
"Hetu'u", que es básicamente teatro de muñecos y objetos, cuenta una historia simple y ejemplar, sin llegar a ser pesadamente didáctica. Andrés es un chico porteño que a regañadientes visita Isla de Pascua para conocer a sus parientes por la línea materna. A él le avergüenza tener sangre aborigen, también que su nombre nativo sea Hetu'u (estrella). Las aventuras que vivirá durante esas vacaciones con su primo Nukura le enseñarán a valorar el pasado y su cultura originaria, a sentir orgullo de ser quien es, aunque su identidad sea distinta a la de la mayoría. Además de este amable mensaje de tolerancia y respeto por la diversidad, la obra desliza otros conceptos a ser tomados en cuenta incluso por los padres de los pequeños espectadores. Como, por ejemplo, que sobrevaloramos la importancia de los celulares y la tecnología.
Ocupando un amplio espacio con distintas zonas de acción, los cinco animadores que encarnan a mensajeros o espíritus rapanuís, dan vida a los muñecos-personajes empleando diferentes técnicas de manipulación y les prestan su voz. Pero además cantan y evolucionan por la escena. En el viaje submarino y místico hacia el final, seres como el sumergido moái sagrado, el tiburón y la tortuga tienen luz interior, lo cual inunda la escena de aire mágico.
Aparte del continuo cambio de lugar de acción que le da a la estructura un carácter cinematográfico, Teatro Planetario utiliza sugerente música atmosférica original y diferentes efectos especiales (humo), lumínicos y sonoros que cubren toda la sala, haciendo de la entrega un variado y envolvente sistema de estímulos siempre en movimiento, de cuya seducción sensorial es difícil sustraerse. Sin duda, un resultado muy atrayente y creativo.
Funciones en el Centro GAM hasta el domingo 10.