Cuando el valor de la TV no se puede medir de acuerdo a lo invertido en generar sus contenidos -porque en un año de crisis todo es demasiado caro-, hay que empezar a mirar las otras acepciones de la palabra "valor". Pensar qué programas fueron valientes y cuáles fueron valiosos nos darán una buena medida de qué cosa de las hechas en este 2015 podrán trascender.
El horario estelar estuvo tomado por teleseries extranjeras. Y dentro de los espacios de factura local, el mejor estreno de esta temporada en términos de apuesta propia apenas cumplió con ser corajudo. "The switch", concurso de talento de transformistas de Mega, fue una ruptura a lo establecido, pero, en un abuso de estereotipos y humor, se quedó corta en profundizar el arrojo que significó. Otros estelares del año, como "The voice" y nuevas temporadas de "MasterChef" o "Vértigo" repitieron aplicadamente el valor de sus formatos originales, y gran parte de los estrenos de bajo costo de CHV ("Espías del amor") o TVN ("Lip sync") se fueron a la categoría "para olvidar".
Solo las series nocturnas, particularmente "Zamudio" y "Sitiados" (ambas, de TVN), mostraron una vocación de trascender. Ya sea por temáticas valientes como reflejar el abandono de la juventud o la ignorancia frente a nuestra historia, o por facturas valiosas como el drama noir de Juan Ignacio Sabatini o la megaproducción histórica que lideró Nicolás Acuña, estas dos series merecen reposición. Y ojalá sea tan pronta como la de "Pituca sin lucas", la teleserie familiar que marcó el debut de María Eugenia Rencoret en Mega en 2014, y que volvió a ser puesta en pantalla como muestra indirecta de que ese logro fue mayor a los que en este deprimido año se estrenaron.
Reiteración en pantalla, en radios y diarios fue algo que "Qué le pasa a Chile" sí consiguió. La serie de entrevistas a los ex Presidentes conducida por Mario Kreutzberger fue el gran acierto del año, una muestra de que la nueva administración de Canal 13 recogió el guante del pulso social y fue capaz de levantar una apuesta programático-informativa que hizo preguntas valientes y dio respuestas valiosas a la población. Fue también, desde nuestra alejada geografía, una estupenda contrapartida al cierre de contrato que "Sábado gigante" tuvo en Univisión.
La saga que inició el reportaje de "Tele 13" a la discriminación de un niño transgénero, la entrevista de "Informe especial" a Jorge González y el cómo particularmente estos dos canales fustigaron sus coberturas de las investigaciones judiciales en torno al financiamiento de la política, a los carteles del confort y a la corrupción en el fútbol fueron muestras si no de valor, al menos de vigor.
Y en esa línea de cumplir con lo esperado estuvieron las coberturas de los desastres naturales del año y, algunos puntos de complacencia -falta de valentía- más abajo, las dedicadas a los eventos del fútbol.
Menciones especiales para la serie documental "Qué comes", de TVN, para el vital (casi mutante) matinal de Mega "Mucho gusto", y para la capacidad de recobrar el aliento que solo los espacios de CHV ("SQP", "Primer plano" y ahora "Maldita moda") en el desahuciado género de la farándula parecen tener.