No es puro márketing ni parafernalia ni ejercicio nostálgico.
Los relatos que se construyen como leyendas, esos que mezclan mitos cargados de fuerza que describen la formación de la personalidad, embelesan al espectador y producen en él una actitud de encantamiento.
George Lucas lo supo siempre. Y así lo entendieron J. J. Abrams, director, y Lawrence Kasdan, guionista ("El imperio contraataca"), cuando aceptaron tomar la posta y hacerse cargo de crear "El despertar de la fuerza", el episodio VII de "Star wars".
El resultado es una grandiosa película que renueva y rescata lo más interesante del mundo mitológico que alguna vez construyó Lucas.
En asombrosos y muy variados escenarios, "El despertar de la fuerza" narra una épica humana, en que la ciencia ficción es solo la investidura que le da soporte.
Abrams maneja con mano precisa e inteligente la acción, la intriga y el suspenso, prodigando a la vez importantes dosis de humor (ni gags ni chistes) en una historia de aventuras y superación personal, con momentos dramáticos muy potentes. La película contiene más sorpresas que las que han dejado entrever los breves comentarios previos.
"Hace mucho tiempo, en una galaxia muy muy lejana", que es la frase con que abre el filme, no es solo el guiño para aquellos que crecieron viendo las aventuras de Luke Skywalker, Han Solo y la princesa Leia. Es exactamente parte de la seducción, aquello que ancestralmente nos estremece (como los cuentos infantiles), porque remite a los tiempos originales ( illo tempore ), aquellos en que se fundaron las estructuras, la ética, la manera de organizarnos.
Y esta galaxia está desamparada: han pasado 30 años desde "El retorno del jedi". Pero el último jedi, Luke Skywalker (Mark Hamill), ha decidido desaparecer y con él la esperanza de restaurar el orden universal. Las fuerzas del mal, el Primer Orden, dirigido por el implacable y poderoso Snoke y su brazo derecho Kylo Ren -cubierto de negro de la cabeza a los pies- también lo buscan y descargan todo su inmenso poderío bélico sobre aldeas y poblaciones que puedan tener noticias de él.
La clave la tiene BB-8.
Rey (Daisy Ridley), una recolectora que ha crecido sobreviviendo sola en un mundo hostil, se hace cargo del pequeño robot, sin saber el peligro que implica. Ella, junto a Poe (Oscar Isaac), un piloto de la Resistencia, y Finn (John Boyega), un ex soldado de la Primera Orden, constituyen el eje en torno al cual se moverá la película. Son héroes y heroínas que carecen de superpoderes: solo cuentan con su astucia y su fuerza interior, la que deberán saber descubrir.
A ellos se unirán Han Solo (Harrison Ford), en una intervención muy relevante para la historia, y la ahora general Leia (Carrie Fisher).
Este ensamblaje intergeneracional es absolutamente funcional al relato y por eso, casi como una metáfora de la vida, fluye con total naturalidad y verosimilitud.
Para la construcción de la saga, Lucas se inspiró en diversas mitologías y sobre todo en el libro ensayo de Joseph Campbell, "El héroe de las mil caras". Todos los personajes mitológicos y los héroes se deben enfrentar a muchas pruebas (como Hércules, por ejemplo) para alcanzar ese status. Y en ellos la figura del padre (que aparece en la estructura mítica de muchas religiones) es gravitante, ya sea por su ausencia -muchos héroes son huérfanos- o porque están alejados e incluso en lados opuestos. Aquella frase "Yo soy tu padre" -que le confirió otra estatura a "La guerra de las galaxias"- dejó al descubierto toda aquella base sobre la que Lucas elaboró su saga. Aquello tan freudiano de matar al padre, que se hace literal en la inolvidable escena, gravita en todo el arco de los guiones de estas películas. Esta figura toca profundamente al ser humano en su construcción de la personalidad, en el enfrentamiento consigo mismo, su definición, sus poderes.
J. J. Abrams, que creció siendo un fan de la saga, captó agudamente todo este sustrato.
Y he aquí el resultado.
Parafraseando al académico de la Complutense, Luis García Tojar, como para "tomar más en serio los productos de la cultura de masas".
(En cartelera).