Adele "25"
Adele es una estrella reubicada desde otra época: "25" superó récords de ventas que ostentaban N'Sync y Oasis, gracias a un encuentro de baladas crudas, adornadas con melodías de piano y arreglos de cuerdas que dramatizan su relato. La londinense de 27 años, además, no solo canta sus canciones, sino que narra sus propios conflictos y anhelos con una naturalidad deslumbrante -"Send my love (To your new lover)"-, una técnica vocal espléndida -"Hello"- y una seguridad en sí misma que nunca había mostrado. Estamos ante la mejor intérprete de la industria musical.
Alabama Shakes "Sound & Color"
Los soul rockers vuelven a encarnar lo mejor del rock sureño en su segundo álbum. Eso sí, esta vez Alabama Shakes amplía su catálogo musical en base a un completo recorrido por la música negra, al que añade toques electrónicos que transforman a "Sound & Color" en un disco sensual y cadencioso, lleno de actitud. Su líder Brittany Howard se instala sin obstáculos como una de las mejores voces del circuito y la banda como una magnífica representación del rock de todos los tiempos, donde las guitarras continúan reinando.
Camila Moreno "Mala madre"
El tercer álbum de Camila Moreno significó un acto de liberación. Trajo al presente varios de sus recuerdos de infancia; se mostró desnuda bajo un manto blanco, traslúcido por la luz y el peso del agua del río en la carátula del disco, y colgó la placa en internet por 26 horas, recibiendo 73.509 descargas durante ese lapso. El folk, ahora, se transformó solo en una pieza del puzle, que completó con trip-hop y una serie de arreglos electrónicos que guiñan a St. Vincent. La incomodidad define a este homenaje a las malas madres, a las brujas, a Gabriela Mistral, Violeta Parra y Cecilia Vicuña.
Gepe "Estilo libre"
Y el coqueteo con el mainstream se convirtió en romance. Gepe produjo un álbum que se mueve por la reinterpretación del folklore con su fusión electro-andina -que ya había probado en 2012 con "GP"-, pero al que le agrega bachata en "Invierno", merengue house en "A la noche" y EDM en "Vivir". Ritmos reconocibles que lo sitúan como un artista transversal. Tanto que su canción "TKM" podría musicalizar cualquier teleserie nacional. El sanmiguelino está preparado para pasar al siguiente nivel de popularidad.
Tame Impala "Currents"
El apelativo de 'cosmo-rockeros' nunca estuvo en mejores manos que en Tame Impala. A la psicodelia acostumbrada, los australianos, en su tercer álbum de estudio, le agregaron un synth-pop galáctico y futurista -guardando las acuarelas, desenfundando los láseres-, pensado para la pista de baile y sus roces amorosos y amatorios consecuentes. Hipnótico en "Let it happen", cadente en "'Cause I'm a man". Un trabajo de relojería que en cada nota toca la fibra exacta, requerida, a voluntad de su líder y cerebro compositivo, Kevin Parker.
The Weeknd "Beauty behind the madness"
Si bien The Weeknd contaba con un álbum debut y una compilación de singles, "Beauty behind the madness" se transformó en su consolidación. Abel Tesfaye se instala en la primera línea de la música urbana gracias a un disco que retrata la crudeza del deseo y sus tentaciones -"Can't feel my face", "In the night"-, incluyendo "Earned It (Fifty shades of Grey)", uno de los singles del filme "Cincuenta sombras de Grey", que aceleró su proceso de dominación mundial. Un disco para disfrutar de la noche en el asiento trasero del auto, en una calle perdida de la ciudad.
Kendrick Lamar "To pimp a butterfly"
El rapero de Compton, California, asestó un golpe directo al mentón de la sociedad estadounidense: el racismo policial, el hastío afroamericano y Baltimore como escenario principal, se ve retratado en una obra conceptual rabiosa y reveladora de nuestros tiempos; pero que en su sonoridad repasa lo más variado de la música urbana como alfombra de sus rimas, desde el R&B hasta el funk, con ritmos bailables y festivos, que lo llevaron a convertirse en el artista más nominado de la próxima entrega de los premios Grammy.
Florence + The Machine "How big, how blue, how beautiful"
Con su tercer trabajo discográfico, la agrupación liderada por la británica Florence Welch se consolidó como uno de los proyectos musicales más reputados de la actualidad. Un pop rock enérgico e intenso en la voz de su frontwoman, con momentos de R&B y canciones inolvidables como "What kind of man" y "How big, how blue, how beautiful" que la llevaron a presentarse como cabeza de cartel en los festivales Glastonbury y Coachella. Y que en 2016 tendremos el privilegio de ver, por primera vez, en Lollapalooza Chile.
Justin Bieber "Purpose"
El problemático ídolo juvenil canadiense quiso demostrar que, al fin, la madurez había tocado a su puerta. No en su vida, pero sí en su música. El cuarto trabajo discográfico de Justin Bieber deja atrás los coros pegajosos e, incluso, su interpretación queda en segunda línea. Pero el artista se deja influenciar por el R&B, la electrónica y los sonidos minimalistas que se entrelazan con ritmos latinos, gentileza de los productores Skrillex y Diplo, dejando en una autobiográfica "Sorry" una de las mejores canciones del año.
Marineros "O marineros"
Constanza Espina y Soledad Puentes, con su álbum debut, se embarcaron en un viaje lleno de deseo y sexualidad. Con canciones como "Submarino" y "Secretos", respectivamente, el dúo pasa de la calma del pop español de los ochenta a la intensidad de las guitarras shoegaze y dream pop. Un disco con canciones de amor en frases simples y existencialismo. En 2013, Marineros fue destacado por el diario "El País" de España cuando solo contaban con un single -"Espero"- y hoy refrenda ese hito con un disco minimalista y refrescante.