Una de las primeras escenas de "Buscando a María" muestra a la protagonista en alta mar, en el bote de su marido pescador. A bordo también está él y, dentro de un saco cerrado, el hijo pequeño de ambos, gritando para que lo saquen de ahí. El esposo de María, que es maltratador y también alcohólico, le dice que le va a dar "donde más le duele". Agarra el saco y lo lanza al mar.
Esta escena es probablemente una de más truculentas que hayamos visto en el primer capítulo de una teleserie nacional. Pero no es la violencia lo que caracteriza esta primera entrega sino la suma de clichés del melodrama televisivo. Esta producción nacional -cuyo estreno se esperaba en 2014- debutó anteayer en Chilevisión a las 18:00 horas, obteniendo un promedio de 6,6 puntos. Su repetición, cerca de la medianoche, le dio mejor resultado: 8,2 puntos.
Hasta ahora, las teleseries locales de las 15:00 horas, tanto en TVN como en Mega, han mostrado que no es necesario un alto presupuesto para tener producciones dignas y exitosas. En su primer capítulo, "Buscando a María" -que fue pensada para ese horario- no se mostró como un gran exponente de ese subgénero. Tiene una historia en extremo melodramática, pero ahí no está el problema. Su puesta en escena es poco creíble. Un ejemplo: María, la protagonista -interpretada correctamente por Isidora Urrejola-, pasa en pocos días de ser la esposa golpeada de un pescador (Cristián Carvajal) a una linda cocinera experta en repostería de un restaurante modernillo en Santiago.
Ella huye a la capital creyendo muerto a su hijo. Este se salva por milagro, también escapa del padre maltratador y parte a la ciudad a buscar a su madre. Al niño le dicen "Chiripa", es interpretado por Tomás Arriagada y es uno de los puntos buenos de la teleserie: tiene encanto y muestra emociones. En su huida lo ayuda una pareja que no ha podido tener hijos: Paola (Lorena Capetillo) y Sergio (Carlos Díaz), que tienen un almacén de barrio -herencia de su padre-, el cual no encaja para nada con su estilo "cuico". Pero en la relación de Sergio con "Chiripa" hay momentos interesantes: el hombre tiene desconfianza y celos del niño, pues su mujer enloquece por él, pero no puede evitar enganchar con esta sorpresiva paternidad.
Hay algunos personajes secundarios graciosos, como los trabajadores del restaurante, y otros muy maqueteados, como la "madrina" de María (Malucha Pinto) o la novia-villana (Daniela Palavecino) del dueño del restaurante, Pedro (Ricardo Fernández), quien está encandilado con María.
En su segundo capítulo, la teleserie mantuvo los 6 puntos de promedio, quedando segunda en ese horario detrás de Mega.