Es de esos lugares que merecerían estar en cualquier barrio. Para entrar y picar algo, almorzar, tomarse un café o comer en la noche, ya en plan más tranquilo. También para comprar pan, delicatessen y, sobre todo, quesos. Porque son importadores directos de Francia ¡y se nota!
A mediodía, su terraza está bastante concurrida, con gente que almuerza ensaladas y cosas más rápidas. Dentro, en el primer piso, hay una barra con muy buen surtido, la tienda y pocas mesas.
Arriba es mucho más grande y ahí, sin duda, es para conversar con calma.
Para comenzar, un plato de tres quesos y embutidos franceses. Con una coqueta cesta de pan, al que solo le faltó crujencia. Para gozar esos quesos increíbles, el pan debe acompañar: qué duda cabe. Aparentemente en la noche sí se preocupan del detalle. El plato costaba un precio más que módico y estaba delicioso.
Así como el tartare de carne con manzanas, roquefort y nueces. Increíble, bien preparado, suave y sabroso. Las papas fritas que lo acompañaban bastante buenas, aunque no estaban demasiado crujientes. El espumoso, francés, bien elegido.
En el segundo piso había una barra libre de quesos, dispuestos en platitos por tipos. No hay que perdérselo porque qué placer es comer solo quesos acompañados de un buen vino. Por las noches el chef despliega todo su talento, pero siempre teniendo al queso como ingrediente fundamental de su cocina.
Lo entretenido de este lugar es que ofrece tapas, degustaciones y todo tipo de variaciones para la hora que sea. Definitivamente, en la noche debe ser una gloria, en especial en estos días más templados.
Buen servicio y precios más que razonables. Quizá falta un poco de información de los garzones al servir cada plato y explicar en qué consisten o qué tipo de quesos se están sirviendo. ¡Para darse un gusto, nada de caro, y sentirse como en Francia!
EL MUNDO
DEL QUESO
Dirección:
Providencia 1421.
Reservas:
22235 4187
Precio por pareja: $21.000
Cerrado domingos