Hay pocos lugares en el mundo donde la inmensidad sobrecoge. Y la visión de Puerto Natales, frente al seno Última Esperanza, es uno de ellos. Aquí todo tiene otra dimensión. Un paisaje imponente y una naturaleza agreste, dictada por la geografía indomable de este rincón del fin del mundo. Los vientos y el clima han templado el carácter de sus habitantes, una ciudad de un poco menos de 20 mil personas, que en verano se repleta de turistas de todo el planeta.
Y los natalinos han emprendido con fuerza la labor de dotar a la zona de hoteles, desde lujosos hasta sencillos bed and breackfast, así como también de cafeterías y restoranes. Entre los lugares más emblemáticos y apreciados, existe uno que no tiene buena vista ni está situado en un barrio céntrico: el Cangrejo Rojo. ¡Ni falta le hace! Lleva cuatro años encantando. Adentro, todo es de madera, con estufa a leña y pequeños detalles que le dan magia. Chiquitito, no necesita más. El servicio es cálido y acogedor. Las vitrinas de pasteles son otro must de la casa.
Para comenzar, una tostada francesa con centolla. Una rebanada, remojada con una deliciosa y ligera salsa de centolla, sobre la cual va una delgada tortilla, como un crep, coronada por patas del crustáceo. Luego, un emblema de la casa: patas de centolla fritas. Lo nunca visto. Sobre lechuga picada y algo de limón, venían cinco frituras perfectas, seguramente con cerveza. La cobertura crujiente y sin gota de aceite, no apelmazaba la carne de la centolla, sino que la acompañaba y la destacaba. La carne era durita y de buen grosor. Realmente, fuera de serie. Un plato inimaginable.
Para otra visita quedó la merluza con tortilla de papas y salsa de cebollín, ajo y queso azul. También el cordero y los ostiones. ¿Los dueños? Una pareja de biólogos marinos, cuya buena mano los ha hecho famosos. Definitivamente, en el sur del mundo se come cada día mejor.
CANGREJO ROJO, Café marino
Dirección: Santiago Bueras 782, Puerto Natales
Reservas: 61241 2436
Precio por pareja: $24.000
Cerrado los domingos