Un mendigo llega como cliente a una fuente de soda, pero el mozo se niega a atenderlo y en voz alta le pide que se vaya. La gente empieza a reaccionar. Un joven se instala en la mesa del pordiosero y le regala su plato para impedir que el mesero lo saque. Otros clientes se van indignados, y uno de ellos enfrenta al mozo: "Eres una mierda de persona". Parece una escena de ficción, pero es real. Lo único falso son el mendigo y el mozo, actores caracterizados para la situación.
Se trata de "¿Y tú qué harías?", programa basado en el norteamericano "What would you do?", que debutó anoche en TVN. Sus conductores, Consuelo Saavedra y Amaro Gómez-Pablos, lo definen como un "experimento social", aunque en realidad es un espacio de cámaras ocultas que crea situaciones con algún dilema ético para ver cómo reacciona la gente común. Y esa reacción es lo más interesante del programa. Si alguna vez el chileno tuvo fama de apocado, tímido y evitador de situaciones conflictivas, aquí se revela cómo alguien saca la voz frente a lo que no le parece bien.
Esta dupla de animadores se reúne después de conducir el noticiario central por más de una década, pero, al menos en este primer capítulo, ambos periodistas casi no se relacionan. Ellos salen, por separado, al encuentro de las personas que se ven envueltas en los montajes. Y esta es una de las partes menos logradas del espacio, porque, en varios de los casos, sus apariciones se sienten precipitadas y abruptas. Quizás el apuro se debe a que tienen que abordar a los transeúntes -involucrados sin saberlo- antes de que sigan su camino, pero la edición no ayuda a aminorar este efecto. Luego las conversaciones con ellos también son breves. No es la idea dictar cátedra, y eso funciona bien. Aquí los expertos sobran, porque lo que se impone son las situaciones, y la conversación queda para la casa.
Y si el chileno medio aparece sacando la voz y con actitudes solidarias, también se revela incapaz de superar sus prejuicios sobre la apariencia física. Como ese, quedan varios temas para la discusión, porque no se muestra qué es lo correcto. Solo personas opinando distinto.