En su segunda visita a Santiago, el Globe Theater -la compañía más estrechamente ligada a William Shakespeare y su legado- presenta "Mucho ruido y pocas nueces", prestigiada como una de las comedias mejor escritas por el Cisne de Avon, y una de las más 'modernas' y gustadas por el público conocedor.
Pero aclaremos que, como el "Hamlet" que presentó aquí gratis el año pasado, este no es un gran montaje, sino una pequeña producción 'de cámara', con el fin de hacer que la tradición shakespereana sea más accesible y cercana al espectador de hoy, recuperando además los modos de representación de la época isabelina. Una versión fácilmente transportable para itinerar como hacían los 'comediantes nómadas', y no para cumplir temporada oficial en Londres, por lo que, en su debut en abril de 2014, no tuvo críticas en los diarios más influyentes.
Por ende, no corresponde equipararla con propuestas mayores que nos han visitado, como la exquisita y memorable "Noche de reyes", dirigida por Declan Donellan, divertidísima y llena de irresistible encanto, que vimos aquí en 2008.
Con luz de sala encendida e iluminación fija, sin movimientos, a la manera de las funciones teatrales del siglo XVI a pleno día, hace fluir la comedia romántica sobre los enredos de dos parejas muy disímiles, con su texto comprimido a dos horas y media (más una pausa) que parecen largas. Cinco actores y tres actrices se hacen cargo de todos los personajes, cada cual desdoblándose en dos roles, a veces sin importar el género (ellas encarnan a hombres y viceversa). Asimismo, tocan diversos instrumentos, cantan y bailan. La asistente de vestuario y el tramoyista entran a escena en varios pasajes como figurantes. La sencilla escenografía representa un simple pórtico con tres arcadas.
Hecha con competente oficio pero sin brillo, la entrega tiene buen ritmo aunque no resulta demasiado animada, y da una impresión discretamente juguetona y jocosa si bien nunca hace reír con ganas. Revela un disciplinado trabajo de equipo, afiatado solo en parte, quizás porque la mitad del elenco cambió con respecto al reparto original. Ya que a menudo recurre a elementos 'grunge', sobre todo en los trajes femeninos, el vestuario luce ocasionalmente rústico y desaliñado, lo que suponemos es un guiño para ganar adhesión de la platea juvenil.
Hoy última función. 19:00 horas en Teatro CA660. Rosario Norte 660, Las Condes.