Este wikén tuvimos en Santiago una pequeña ofensiva artística proveniente de Australia. Mientras Back to Back Theater asombraba al público del Teatro Municipal de Las Condes con la magnífica "Ganesh contra el Tercer Reich", Casus Cirkus presentó en el GAM su espectáculo "Tolu". Estrenado en 2013, este es el segundo fruto de la notable e innovadora troupe de circo contemporáneo que nos maravilló en enero pasado con su debut, "Knee Deep", en el Festival Santiago a Mil.
Realizado solo por los varones de la compañía, "Tolu" es un breve (40 minutos), amable y juguetón divertimento circense en que tres jóvenes se encuentran en un parque para disfrutar un picnic y sin palabras, solo a través de una serie de pruebas físicas, revelan sus fortalezas, preferencias, limitaciones y respeto mutuo. Nunca hay competencia mientras ellos ejecutan sus saltos, acrobacias y giros usando aros, telas y un trapecio; la complicidad masculina se hace evidente cuando entrelazan sus evoluciones como en un exacto organismo vivo. También hay un pasaje con sencillos trucos de magia. La secuencia se acompaña todo el tiempo con una pista de alegres temas instrumentales.
El ánimo lúdico y un tono íntimo, de cálida humanidad, parecen ser característicos en Casus, como también la ejecución perfecta de las rutinas; con un inaudito control muscular, ellos llevan a cabo proezas muy exigentes sin que en apariencia gasten mucho esfuerzo. Además de una enorme energía, el trío aquí derrocha simpatía y carisma. Justamente 'tolu' significa tres en el idioma de Samoa, nación isleña de la cual es originario uno de los artistas.
Pero aunque muy grato de ver, este es un show liviano, menor y a menudo más bien convencional, que no resiste comparación con el que le conocimos antes. Como aquel, este también fue diseñado y codirigido por sus propios performers , pero carece de la densidad poética que en "Knee Deep" nos produjo arrobamiento, y en él los hallazgos realmente asombrosos son los menos.