"Tres noches de un sábado" es una de las mejores obras del teatro chileno. Está incluida en el segundo tomo de la "Antología: Un Siglo de Dramaturgia Chilena" que editaron María de la Luz Hurtado y Mauricio Barría, por encargo de la Comisión Bicentenario, en 2010, y que será la principal referencia sobre lo mejor del teatro del segundo siglo de nuestra historia independiente. Ictus pidió textos a Carlos Alberto Cornejo, Patricio Contreras y Alfonso Alcalde, les dio su forma final a través del método de creación colectiva y la estrenó en 1972, durante el segundo año del gobierno de la Unidad Popular. En ese tiempo, Ictus presentaba en la TV, Canal 9, de la Universidad de Chile, el programa "La Manivela", que nadie se quería perder cada semana. El éxito en ese programa elevó el público de la sala La Comedia a cantidades impensables: 120 mil personas. La gente que reía cada semana con las improvisaciones del grupo en la televisión quería verlos en vivo en el teatro, en esa comedia que se sabía era muy graciosa.
"Tres noches de un sábado" era la obra que Ictus estaba presentado en septiembre de 1973. En los primeros días después del golpe, el toque de queda comenzaba a las seis de la tarde y no se permitía ningún tipo de reuniones. No podía haber teatro. Ictus, después de pensarlo mucho, decidió seguir presentado la obra en funciones de matinée a la tres de la tarde. No era solo el tema de la hora, era atreverse a hacer teatro sobre la realidad nacional. Se sentían protegidos por su enorme éxito en la TV.
Rodrigo Pérez da a su versión un sesgo político. Convierte la obra en una representación del Chile de la Unidad Popular. Pone su himno como música de fondo y concluye con una proyección del lema "Crear, crear poder popular". La intención de Ictus fue otra: en medio de la euforia reformista, en una reunión del grupo alguien dijo: "Macanudo que en la nueva sociedad el cobre sea chileno, pero a nosotros nos corresponde indagar cómo va a ser el amor en la nueva sociedad", ahí ve Nissim Sharim el origen de la obra.
Del espíritu inicial de Ictus, el director Rodrigo Pérez conserva el énfasis en la actuación. Amparo Noguera, Catalina Saavedra, Claudio Arredondo y Francisco Ossa interpretan once personajes, cada uno de ellos muy distinto, con claros rasgos caracterizadores y con diferentes formas de humor. Amparo Noguera ratifica su gran calidad de actriz, uno no puede creer que sea ella misma la elegante y superficial Quena de "La Demostración", la humilde Margarita de "La Tercera Espera" y la amanerada Cristina de "Amor de mis amores". Francisco Ossa interpreta a Genaro, el chofer que hace fletes con su camión, es un hábil conquistador, seguro de sí mismo, pero en su relación con la sencilla Rosalía, que interpreta Catalina Saavedra, aparece el hombre bueno, respetuoso, que está dispuesto a comenzar con ella una nueva vida. Cambia completamente, cuando pasa a interpretar al gordito, en "Amor de mis amores", es allí el apocado y servicial amigo del muy seguro Alfredo, antes de su derrumbe. El personaje Rosalía, que interpreta Catalina Saavedra, resulta entrañable por su mezcla de candor, resguardo y decisión ante la posibilidad de una mejor relación. Es muy graciosa en su forma un tanto áspera. Claudio Arredondo interpreta muy bien a un suboficial de Marina, adusto y autoritario, pero buen amigo y muy generoso en su amor por Margarita. Arredondo pasa a ser un personaje completamente distinto cuando interpreta a Alfredo, el organizador de la fiesta un tanto clandestina. El paso desde su seguridad al derrumbe final está muy bien hecho.
Rodrigo Pérez hace un cambio en la estructura de la obra, divide en tres partes la mejor de estas tres historias, "La Tercera Espera" y la entremezcla con las otras dos, para darle unidad al conjunto. Algo parecido hizo Jaime Miranda al reconstruir el texto para la versión cinematográfica que dirigió Joaquín Eyzaguirre el año 2002 y en la que también participó Amparo Noguera. En "La Tercera Espera", Alfonso Alcalde maneja con destreza el lenguaje popular, los personajes tienen humor y naturalidad para enfrentar las estrecheces de su pobreza, y dentro del tono de picardía de la situación, son muy respetuosos. Es buena idea convertirla en el eje articulador de las tres historias, pero al disgregarla e intercalarla con las otras dos es difícil percibir el delicado clima de respeto y amistad que Alcalde fue construyendo con cuidado para llegar al inesperado y enaltecedor final.
"Tres noches de un sábado", dentro de su tono de comedia, es implacable con el sector acomodado, al que muestra como superficial y mentiroso; es dura con la situación sin destino de los empleados, cuyo final inevitable es el fracaso, y es cálida al mostrar los mejores valores de humanidad del sector más popular de nuestra sociedad.
TRES NOCHES DE UN SÁBADO
Teatro UC
Elenco: Amparo Noguera, Catalina Saavedra, Claudio Arredondo, Francisco Ossa, Ángelo Solari.
Hasta el 10 de octubre