"Esa no soy yo" es la fiel demostración de la etapa de búsqueda por la que atraviesa el área dramática de TVN. El primer capítulo de la nueva coproducción del canal estatal y la empresa DDRío comienza con una escena impensada hasta ahora en las telenovelas del horario de almuerzo: la muerte de una de las protagonistas, que aparece presuntamente ahogada en la tina de un hotel y que se convertirá en el gran enigma que moverá los hilos de la historia.
Tras el crimen, la escena se traslada de inmediato a los días previos para mostrarnos quién es quién en la producción protagonizada por Camila Hirane, que interpreta a un par de gemelas. Por un lado está Anahí (la que aparece muerta), una mujer arribista y que está a punto de casarse con un prestigioso médico (Matías Oviedo), y por el otro su hermana Judith, físicamente su copia absoluta pero, a juzgar por lo que vemos en los primeros minutos, una mujer cándida, que lucha por la justicia -envió a la cárcel por un robo a su ex pareja- y que con mucho esfuerzo logró levantar en su barrio la peluquería "La Peloláis".
Pero la ingenuidad e incluso la chispa de Judith parecen esfumarse de golpe tras el crimen de su hermana, el que jura vengar, haciéndose pasar por ella y tomando prestados desde sus zapatos hasta su novio millonario. Es en este punto donde la historia se torna oscura y toma un giro policial, ya que lo que viene por delante es reconstruir el asesinato de la gemela e intentar explicar por qué esta llegó a vivir a la mansión de su novio dejando de lado a su familia.
La nueva producción evidencia el esfuerzo que está haciendo TVN por darles un nuevo rumbo a las historias de las tardes -comúnmente protagonizadas por mujeres aguerridas que luchan por su familia y sus hijos-, pero también representa un riesgo para el área dramática, ya que a esa hora es la dueña de casa la que maneja el control remoto y podría no empatizar con una heroína que comienza a alejarse del mundo popular y que no parece tener suficientes argumentos para cometer el delito de suplantación de identidad por una hermana que la tenía botada.
Otro punto en el que TVN quiso innovar es en el elenco. Si bien Camila Hirane es una muy buena actriz y hace una bien lograda interpretación del doble rol que le impone el protagónico, no es un rostro familiar para el público que consume teleseries y menos una figura que se asocie al canal estatal, en el que solo participó en 2014 en la nocturna "No abras la puerta". Cristián Carvajal (Julio Chávez), como el policía que investiga el crimen, también es una novedad, mientras que Matías Oviedo (Alfredo Labarca), el "jovencito" de la historia, debuta en el horario con una actuación más bien contenida.
Uno de los grandes peros del primer capítulo es que faltaron la picardía y el humor de los personajes de barrio. Apenas se vio a Mónica Carrasco como Techa, "La reina del completo", o a Natalia Aragonese (Erika), la compañera de Judith en la peluquería. Es de esperar que ese tema se solucione en los próximos episodios y que la oscuridad de la trama policial no termine por ensombrecer una historia que se exhibe de día y que no solo tiene por público a la dueña de casa, sino también a los niños.